¿Un pasado oscuro? La lujosa vida de Angie Bonilla, la madre del pequeño Lyan Hortúa
Esta es la vida que lleva Angie Bonilla, la madre de Lyan Hortúa, y su padre, quien fue asesinado hace unos años. ¿Tienen problemas?
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Angie Bonilla es el nombre de la mujer que durante días captó la atención de miles de colombianos, tras la desaparición de su hijo Lyan Hortúa, un niño de 11 años que estuvo en poder de secuestradores durante 18 días.
Su angustia como madre conmovió al país entero, pero más allá del drama familiar, ahora es foco de atención por la imagen que construyó durante años en redes sociales y el pasado de su círculo cercano.
En Instagram, donde se presenta como ‘Barbie Vanessa’, Bonilla cultivó una figura pública basada en la riqueza. Cuenta con más de 130 mil seguidores y sus publicaciones revelaban una vida marcada por el lujo; un convertible rosado, joyas, ropa de diseñador y destinos turísticos de alto nivel son parte del contenido que compartía en la red social.
Aunque para la fecha eliminó sus publicaciones, en varias imágenes aparecía en playas exclusivas, posando junto a flamingos en Aruba o navegando por el Sena en un crucero con fondo de la Torre Eiffel. También se le veía recorriendo la Costa Azul francesa, desde Niza hasta Mónaco, y disfrutando de las calles de Venecia o Roma. Siempre con costosos atuendos, anillos y accesorios que reflejaban una vida privilegiada.
¿Un pasado oscuro en la familia de Angie Bonilla?
Sin embargo, la abundancia mostrada en redes contrastaba con un trasfondo mucho más oscuro; el padre biológico del niño, José Leonardo Hortúa, habría sido una pieza clave en el clan narcotraficante de los ‘Rastrojos’.
Conocido por los alias de ‘Mascota’ o ‘Mochacabezas’, lo señalaban por actos de extrema violencia en medio de guerras internas del grupo armado.
Detenido en 2010 y liberado en 2012, Hortúa fue asesinado al año siguiente dentro de una clínica odontológica; su muerte coincidió con el desmantelamiento parcial de la organización tras la extradición de Diego Rastrojo, uno de sus líderes. Según informes de inteligencia, varios bienes del capo habrían quedado bajo la administración de Angie Bonilla, lo que eventualmente derivó en tensiones con los herederos criminales de ese patrimonio.
Los lujos que Bonilla exhibía en redes, según apuntaron las autoridades, podrían estar conectados con esos bienes. Y aunque su dolor como madre no se pone en duda, el contexto familiar ha despertado inquietudes y cuestionamientos sobre el origen de su fortuna y las motivaciones detrás del secuestro del menor.