Directora del ICBF asegura que identificaron irregularidades incluso desde el empalme

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), junto con la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República, descubrieron que al rededor de 220 contratos son irregulares, en menos de 59 operadores de las entidades del cuidado infantil en Colombia.

Según lo compartido, los contratos mencionados presentaban anomalías como: el representante legal, dirección de domicilio idéntica, fecha de constitución y errores en el objeto, alcance, entre otros.

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La detección de estas irregularidades surgió tras una auditoría forense de los contratos, que reveló registros de personal en nóminas reportadas al ICBF por un valor superior al pagado a los colaboradores, proyectos ejecutados en un tiempo menor al establecido para evitar el pago a proveedores y cobrar más de lo correspondiente.

Astrid Eliana Cáceres, directora del ICBF, utilizó su cuenta de X para hablar sobre la situación.

“Encontramos contratos de operadores que tristemente han tenido una mayor cantidad de casos de muertes de niñas y niños asociados a la desnutrición. Con estas instituciones, el ICBF ha dejado de contratar, promoviendo el control a la veeduría ciudadana. Además, organizaciones o fundaciones con contratos para la atención de la niñez que han tenido relación directa con clanes políticos”, reveló la directora general.

“Terminamos generando un negocio”

En el espacio Pregunta Yamid’, liderado por nuestro director Yamid Amat, la directora del ICBF, Astrid Cáceres, habló sobre la polémica que envuelve el trabajo de Instituto.

Dijo que se siguen investigando las irregularidades denunciadas por el presidente Petro y reveló que incluso, desde el proceso de empalme, habían identificado “unas cosas”, es decir, irregularidades, que desde el año pasado les siguen haciendo seguimiento. 

Dijo que “en octubre del año pasado hicieron una auditoria para verificar como seleccionaban operadores” y notaron que se usaban hermanitas con inteligencia artificial que “producían modelos de negocio, pero no se ocupaba de la atención de los niños”.

Agregó que han tomado dos decisiones por el momento; la primera es no contratar con esas herramientas de inteligencia artificial y la segunda es darle la opción a las comunidades de base para que pudieran participar dentro de la contratación para garantizar el cuidado de los niños.