Autoridades tras la pista de testaferro del ELN, alias ‘Barbas’
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Las autoridades están tras la pista de alias ‘Barbas’, pieza clave para conocer los bienes y finanzas que tendría una de las estructuras del ELN con mayor incidencia en el narcotráfico como lo es el Frente de Guerra Darío Ramírez Castro.
El Ejército Nacional y la Dirección de Antinarcóticos, desplegaron una operación de asalto terrestre en zona rural del municipio de Yondó (Antioquia), que tenía como la finalidad la destrucción del mayor complejo cocalero de alias ‘Barbas’, inhabilitando una infraestructura que contaba con un potencial de producción de la menos tres toneladas de cocaína al mes.
Gracias al trabajo de inteligencia y de Policía Judicial que se desarrolló posteriormente al bombardeo de la Fuerza Aérea efectuado el 14 mayo de 2020, a uno de los campamentos madre de este frente del ELN en zona rural del municipio de Montecristo (sur de Bolívar), permitieron revelar uno de los secretos mayor guardados que ponían al descubierto a uno de los cabecillas financieros, en quien recae la administración de al menos 4 mil millones de pesos mensuales.
El operativo de la Fuerza Pública generó dejó como resultado la muerte de más de 20 integrantes de este grupo armado, entre los que se hallaba su cabecilla alias ‘Mocho Tierra’, uno de los más temidos criminales que contaba con una trayectoria de 27 años y que tenía bajo su mando tres frentes del ELN, que se extendían desde el Magdalena Medio hasta el bajo Cauca.
Entre las evidencias recaudadas por las autoridades, se lograron extraer documentos, un computador y siete USB, donde se evidencia la relación estrecha entre ‘Mocho Tierra’ con Cristian Jerez (alias ‘Barbas’), en cuyos apartes se puede entender que era de su entera confianza hasta el punto de darle la potestad de ordenar y supervisar la producción y venta de cocaína en Santander, Antioquia y Bolívar. También le entregó desde 2019 la administración de una docena de infraestructuras para el procesamiento de cocaína.
Jerez, está bajo el radar de las agencias antidrogas nacionales e internacionales, que han establecido que su prontuario narcotraficante data de varios años bajo la clandestinidad, cuya identidad ha salido a la luz después del bombardeo de Montecristo.