Un hombre invitó a una joven a su casa, intentó abusar de ella y un vecino lo mató a disparos
La víctima del caso entregó su testimonio ante una autoridad y contó como el vecino se enteró de que estaba siendo abusada sexualmente
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Un sujeto fue asesinado por un vecino del sector, quien se percató de los gritos de una joven de 18 años que era abusada sexualmente dentro de una casa. El victimario abatido fue identificado como Diego Carlos Rosales Pereyra, de 42 años, mientas que la identidad del asesino es aún un misterio.
La Justicia de Mendoza (Argentina), que sospechó de los vecinos al no advertir presencia de algún delincuente de la zona, acudió hasta el barrio Álvarez Condarco: los hechos, que comenzaron el jueves exponen como Rosales Pereyra, según el testimonio de la víctima, la había invitado a su domicilio para tomar algo, hasta que de un momento a otro intentó abusar de ella.
Desesperada, la chica comenzó a gritar y a pedir ayuda, cuyos gritos fueron escuchados por los vecinos del sector y, posteriormente, acudieron a la vivienda para ver que estaba pasando. La mujer logró escapar hacia la calle y, de acuerdo con lo que dijo escuchó varios impactos provenientes de la casa del abusador.
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Si bien la chica logró salvarse, aseguró ante la Unidad Investigativa de Las Heras que no pudo identificar a la persona que atentó contra la vida de su abusador. La Policía de esa provincia acudió al lugar del crimen, donde vio el cadáver del señalado violador tendido sobre el suelo.
Ya en la clínica cercana, los médicos del hospital de Las Heras los médicos ordenaron su traslado a la guardia del Hospital Central, debido a que su estado era crítico. Allí observaron que presentaba dos heridas de arma de fuego con orificio de entrada y sin salida en el tórax, y que a la postre le provocaron la muerte, según documentó el periódico regional Télam.
El diario Los Andes de Mendoza indicó que Rosales aparentemente contaba con antecedentes penales, aunque no se precisó de qué tipo: misma versión entregaron los vecinos ante los medios locales: algunos de ellos incluso revelaron que el sujeto le gritaba frases o les hacía señas a las menores de edad del barrio.