Esta es la poderosa ‘arma’ de hace 100 años que Trump usa para sacudir al mundo
Esta ‘arma’ olvidada por muchos, sigue siendo una de las herramientas más poderosas en las manos de un presidente estadounidense.
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Hace casi un siglo, en plena Gran Depresión, Estados Unidos aprobó una ley que, aunque olvidada por muchos, sigue siendo una de las herramientas más poderosas en las manos de un presidente estadounidense: la Ley de Tarifas Smoot-Hawley de 1930. Esta legislación, en apariencia un remanente de la historia económica de los años 30 se ha convertido en un arma estratégica que la actual presidencia de Donald Trump no ha dudado en usar para redefinir las relaciones comerciales internacionales. Lo más sorprendente: no importa si Estados Unidos tiene acuerdos de libre comercio con otros países. Con esta ley, Trump puede imponer tarifas a voluntad, sin necesidad de pasar por el Congreso ni modificar tratados ya establecidos. ¿Por qué? Porque la Ley Smoot-Hawley es más que un simple acuerdo comercial: es una herramienta de “emergencia económica” que sigue siendo relevante y poderosa en la actualidad.
Smoot y Hawley: los artífices de la ley que usa Trump
La Ley de Tarifas Smoot-Hawley lleva el nombre de Reed Smoot, un senador republicano de Utah, y Willis C. Hawley, un representante republicano de Oregón. Ambos, miembros del Partido Republicano, propusieron la ley como parte de una estrategia proteccionista destinada a proteger la industria estadounidense en medio de la crisis económica de la Gran Depresión.
En 1929, el colapso de la Bolsa de Nueva York había sumido al país en una grave recesión. Smoot y Hawley, preocupados por el impacto de la competencia extranjera en los productos estadounidenses, impulsaron una ley que aumentaba significativamente los aranceles sobre productos importados, buscando fomentar la compra de productos nacionales y proteger los empleos dentro de Estados Unidos.
La “emergencia económica” de Trump
Casi 100 años después, 95 para ser exactos, bajo la presidencia de Donald Trump, esta ley de aranceles se ha convertido en una de las herramientas más controvertidas y poderosas para reestructurar las relaciones comerciales internacionales. Aunque el Congreso estadounidense sigue jugando un papel importante en la legislación económica, la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés) le permite al presidente tomar medidas comerciales urgentes sin la necesidad de la aprobación del Congreso.
Esto bajo el argumento de que se enfrentan a “amenazas económicas” que justifican la imposición de aranceles, lo cual se alinea con la noción de “emergencia nacional económica”. Estos aranceles no requieren la renegociación de tratados, ni la modificación de acuerdos de libre comercio existentes, lo que le otorga al presidente una flexibilidad única en la política comercial.
Trump, al igual que Smoot y Hawley en su época, ha utilizado la herramienta de los aranceles como una medida de protección de la economía estadounidense, argumentando que países como China están involucrados en prácticas comerciales injustas que perjudican a los productores nacionales y deben ser castigadas. Esto no solo ha provocado tensiones con estos países, sino que también ha generado incertidumbre en los mercados globales, ya que las tablas de aranceles pueden cambiar de un día para otro, sin previo aviso.
Aranceles que sacuden al mundo
Ya estalló la primera de las batallas que más sacuden al mundo en este campo y es la guerra comercial con China. Este martes el presidente Trump impuso aranceles a los productos chinos del 10%, como parte de un intento por reducir el déficit comercial de EE. UU. y presionar al gigante asiático para que cambie sus prácticas comerciales.
China por su parte ya respondió, e impuso aranceles hasta del 15% para el carbón y gas natural licuado provenientes de Estados Unidos, y aranceles del 10% para el petróleo y maquinaria agrícola estadounidenses. Estas imposiciones se harán efectivas desde el 10 de febrero.
Pero China no fue el único objetivo. Trump también impuso 25% de aranceles o “tarifas” como le llaman en Estados Unidos, a México y Canadá, a pesar del tratado de libre comercio vigente T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).
Lo crucial de estos movimientos es que no requieren una modificación de los tratados de libre comercio existentes, lo que significa que Trump podía hacer estos cambios sin necesidad de pasar por un proceso complicado en su Congreso. En esencia, los aranceles son una respuesta a una “emergencia económica”, lo que permite a un presidente actuar rápidamente ante situaciones que considera dañinas para la economía nacional.
¿Por qué el mundo sigue en vilo?
La razón por la que el mundo sigue preocupado es que, aunque la Ley Smoot-Hawley fue diseñada en los años 30 para proteger a Estados Unidos en tiempos de crisis, hoy sigue siendo una herramienta poderosa en manos del presidente. La capacidad para imponer tarifas sin la necesidad de modificar tratados de libre comercio o pasar por el Congreso pone a Estados Unidos en una posición única, pero también crea incertidumbre global, especialmente cuando los países pueden ver que un cambio en las políticas de comercio puede ocurrir en cuestión de horas.
Trump ha dejado claro que no tiene miedo de usar esta arma cuando lo considere necesario, y que al parecer se ha convertido en su favorita, lo que ha generado tensiones con países aliados y competidores. Ahora, el mandatario ha puesto la mira sobre Europa.
Y aunque el tiempo ha pasado, la amenaza de esta “arma de 100 años” en manos de Trump, sigue tan viva como en la década de 1930.