Luis Carlos Da Rocha, el narco de Río de Janeiro, quedó bajo custodia

150 oficiales de la policía de Brasil planearon y ejecutaron la operación Espectro y dieron con la captura de Luiz Carlos da Rocha, alias “cabeza blanca”, considerado uno de los “barones de las drogas” y era uno de los traficantes más buscados de Sudamérica.

Por 30 años las autoridades lo buscaron, pero sus cambios físicos complicaron su ubicación. Varias cirugías plásticas que alteraron su apariencia le sirvieron para camuflarse, además de su cambio de identidad porque se hacía llamar Vitor Luiz de Moraes.

Pero el estudio de tres fotografías arrojó que correspondían a la misma persona. Y en el estado de Mato Grosso en el occidente de Brasil, cuando entraba a un establecimiento de comida fue sorprendido y capturado por la policía.

“El hecho de que tuviera un nombre falso, una apariencia que era completamente diferente de la información que teníamos, hizo la operación extremadamente compleja y difícil”, indicó Elvis Aparecido, policía federal de Brasil.

Luiz Carlos da Rocha lideraba uno de los mayores imperios de cocaína de América del Sur. Ingresaba a Brasil cada mes unas cinco toneladas de droga desde los lugares de producción en las zonas selváticas de Bolivia, Perú y Colombia, utilizando el espacio aéreo de Venezuela o sitios de distribución en Paraguay. La droga tenía como destino final Estados Unidos y Europa.

“Tenía la capacidad de controlar la frontera y el tráfico de cocaína sin enfrentarse a ninguna otra facción de narcotraficantes”, agregó Aparecido.

En su arresto se incautaron vehículos, armas, joyas y dinero en efectivo valorados en más de 10 millones de dólares. Da Rocha ya había sido juzgado por la justicia de Brasil a penas de más de 50 años de prisión. Paraguay iniciará los allanamientos para ayudar a desmantelar su red narcotraficante.