Comediante fue condenado a prisión por discriminación: ¿de cuánto será su castigo?
Estos fueron los comentarios que llevaron a las autoridades a condenar a un reconocido humorista: se abre debate sobre libre expresión.
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La reciente sentencia emitida por un tribunal federal en São Paulo, Brasil, ha convertido al comediante brasileño Leo Lins en el centro de una polémica de talla internacional. Su condena a más de ocho años de prisión por el contenido de uno de sus shows de stand-up ha generado una intensa discusión sobre el alcance de la libertad de expresión y los límites del humor cuando este entra en conflicto con los derechos de poblaciones vulnerables.
La actuación en cuestión, presentada bajo el título ‘Perturbador’, fue difundida en redes sociales y plataformas digitales en 2022, alcanzando millones de visualizaciones antes de ser eliminada. Las autoridades judiciales consideraron que el contenido del espectáculo excedía los límites del humor y representaba un ataque directo contra diversos grupos sociales mediante expresiones que incitaban a la discriminación.
“¡Soy gordo! Me encanta comer y odio hacer ejercicio. ¿Cómo voy a perder peso? ¡Contrae sida! ¿No te encanta comer de todo? ¡Ve a acostarte con hombres homosexuales sin protección! ¡Al final funcionará! (…) Estoy totalmente en contra de la pedofilia, estoy más a favor del incesto. Si vas a abusar de un niño, abusa de los tuyos. ¿Qué va a hacer? ¿Decírselo a su padre?”, decía en uno de los fragmentos más polémicos de su show.
A partir de este tipo de comentarios, el Ministerio Público sostuvo que el espectáculo promovía estigmas, reproducía discursos de odio y contribuía a la normalización de la violencia simbólica. La acusación se apoyó en normativas como la Ley n.º 7.716/1989, que penaliza prácticas racistas, así como en legislaciones que protegen los derechos de personas con discapacidad y otras minorías.
Además de la pena de cárcel, Lins deberá pagar una indemnización por daño moral colectivo de 300 mil reales (208 mil millones de pesos colombianos) y asumir la responsabilidad de evitar la reaparición de ese tipo de contenido en sus canales oficiales. La resolución judicial no solo sienta un precedente legal, sino que también ha abierto una grieta cultural; ¿es el escenario un espacio libre de consecuencias legales?
En un intento de defenderse, el comediante publicó un mensaje en video en el que explicó que lo dicho sobre las tablas no corresponde a su identidad personal, sino al papel que interpreta en sus presentaciones.
“Aquí está Leonardo de Lima Borges Lins, no el comediante Léo Lins. En el escenario interpreto una persona cómica, un personaje, que se construyó durante años y que utiliza ironía, hipérboles y metáforas”.
Lins también se apoyó en teorías filosóficas sobre el humor como forma estética para justificar su estilo. Reprochó que el fallo no considerara la diferencia entre el actor y el personaje escénico, aunque la magistrada señaló que “incluso si se tratara de un personaje, igual habría crimen”.
“Parece que la gente ha perdido la capacidad de interpretar lo obvio”, añadió Lins, quien aún permanece en libertad mientras sus abogados apelan el fallo.
Este proceso judicial, el primero en Brasil que impone una pena de prisión a un humorista por el contenido de un espectáculo, ha encendido las alarmas tanto en sectores que defienden los derechos humanos como en los que abogan por una libertad de expresión sin restricciones.
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