Fiscalía tiene pruebas de alianza entre exgobernador de La Guajira y capo de la droga
- “Estamos conectando a La Guajira con fibra óptica”: Mauricio Lizcano, ministro TIC
- Dos influencers fallecieron en medio de fiesta en yate de lujo: ¿qué fue lo que pasó?
Marcos Figueroa comenzó el año en una celda de Brasil a la espera de que la justicia de ese país tome una opción entre tres posibilidades: enviarlo a Colombia para que sea juzgado por parapolítica, a Estados Unidos para que responda por narcotráfico o juzgarlo en Brasil.
Enero será un mes decisivo para la suerte judicial de Marcos Figueroa, alias marquitos figueroa, capo de la costa Atlántica, preso en una cárcel de Sao Pablo, Brasil, a la espera que las autoridades de este país, lo entreguen a las autoridades colombianas, o a agentes de la DEA que lo trasladarían a Estados Unidos, donde lo esperan varios procesos por narcotráfico y lavado de activos.
La captura el pasado 22 de octubre en Brasil, de marcos Figueroa, abrió una puerta a la Fiscalía, para resolver varios homicidios y una masacre, en los que ha sido vinculado a Francisco, Kiko, Gómez, ex gobernador de la Guajira.
En la imputación de cargos del ente investigador contra Kiko Gómez, por tres homicidios, como determinador, salió a relucir el nombre de Marcos Figueroa, como coautor de una alianza criminal con Gómez para asesinar Yandra Cecilia Brito, ex alcaldesa de barrancas, Guajira, contradictora política de Kiko, su esposo Henry Ustariz y el escolta de Brito, Wilfrido Fonseca Peñaranda.
Desde febrero de 2014 vivía en una residencia en Boavista, una población brasileña, fronteriza con Venezuela, desde donde manejaba los hilos de sus redes criminales. En mayo pasado, la inteligencia de la Policía trabajó con la policía federal brasileña en el control de los desplazamientos de marquitos y su sobrino, Miltón Figueroa Zapata, alias norte, en el vecino país.
La policía brasileña trasladó a marquitos Figueroa a una cárcel de Sao pablo y ya recibió toda la información judicial de la Fiscalía, que solicitó su extradición al país. A la lista de testimonio que vinculan a Kiko Gómez con la organización de marquitos Figueroa, se han vinculado las de a los jefes paramilitares Salvatore Mancuso y Arnulfo Sánchez, alias Pablo.