Extraditables denuncian problemas en atención médica

Extraditables enfermos denunciaron que su estado de salud se ha agravado porque el INPEC no les deja comprar sus medicamentos y el sistema de salud contratado por la cárcel no los cubre en su plan.

Álvaro Cortés Moreno, solicitado en extradición por Perú por narcotráfico fue operado del corazón hace un año, fecha desde la cual utiliza medicamentos que por su alto costo no son cubiertos por el plan obligatorio de salud contratado por el Inpec.

En vista de que el Inpec sólo le suministra medicamentos genéricos que, según él, no son los adecuados para su enfermedad, decidió comprarlos por su cuenta pero tampoco se los permitieron.

“No me dejan entrar los medicamentos aquí, no me los puede dar Caprecom de aquí, porque son no pos. No se que hacer, necesito urgentemente mis medicamentos porque si no vuelvo a hacer en desgracia con otro infarto”, aseguró Cortés Moreno.

José Hugo Salazar Buitrago, solicitado por la Corte del Distrito Sur de la Florida y quien también fue operado del corazón tiene el mismo problema.

“Aquí no me están suministrando la droga que es. Me están dando una genérica y me está haciendo mucho daño me afecto los riñones. Mi esposa vino a traerme mi medicina de Colsanitas, la que me manda el médico que me hizo mi cirugía y no la dejaron entrar que porque aquí nos daban todo. Todo es mentira aquí no nos dan nada, todo lo que nos dan es de baja calidad y paupérrimo”.

Otro interno, Marco Antonio López Loaiza, quien padece igualmente encontró que los equipos para electrocardiogramas están dañados y que sin ese diagnóstico no se puede saber como evoluciona su enfermedad.

“Llevo rogándoles de que por favor me lo tomen y cada vez que voy allá me han dejado hasta una hora u hora y media con los implementos puestos y el aparato no ha funcionado; me dijeron que esperara hasta que lo mandaran a organizar y hasta el momento no me han vuelto a remitir nada”.

Eliseo Alvarez Pino, sufrió dos derrames cerebrales y quedó con medio cuerpo paralizado y no cuenta eficiente atención por parte de la guardia carcelaria.

“Me valgo por un amigo que es que me lleva, me saca al baño a bañar, por el amigo es que yo me baño a veces, me saca de la silla de ruadas y yo me echo agua.

Uno de los casos más dramáticos es el de otro extraditable que se descubrió una inflamación debajo del brazo y aunque pidió atención, no fue debidamente valorado. Mes a mes tomó fotografías de su dolencia hasta que esta creció tanto que se reventó, ese día fue atendido por un especialista que le diagnosticó cáncer. Otros dos internos se encuentran con inflamaciones que evolucionan de manera similar uno en el cuello y otro cerca de sus genitales.