¿Qué es la neurogestión y cómo ayuda a las empresas y su rentabilidad?
Las emociones son una parte natural del ser humano y este jamás dejará de tenerlas, aunque las controle en ciertas situaciones. Además, se manifiestan en todas las facetas de la vida. Sin embargo, no se puede permitir que influyan en la toma de decisiones importantes o socaven los procesos de liderazgo, comunicación, innovación y productividad en las empresas y en los entornos organizativos. #Aliados1
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Al definir los distintos componentes del cerebro y sus actividades, la neurociencia (la rama de la investigación que se centra en el sistema nervioso y su centro, el cerebro) ya ha aportado conocimientos sobre cómo controlar las emociones en los puestos de trabajo.
Comprender la división del cerebro humano y cómo opera este, permitió desarrollar estrategias para gestionar las emociones y dirigirlas hacia resultados constructivos. Esto se usa en el mundo empresarial y en los negocios. Nace la inteligencia emocional, una teoría que hace hincapié en dirigir las emociones (positivas y negativas) para sacarle provecho y hacia el bien.
El cerebro humano gobierna todas las actividades de un individuo. Esto quiere decir que controla el habla, los procesos físicos y cognitivos, el movimiento, las emociones y mucho más. De allí que el estudio de la neurociencia es importante en el mundo de los negocios y abarca una amplia gama de dominios del conocimiento.
Por otra parte, la neurociencia ya ha hablado de la inteligencia emocional como una herramienta muy potente que solo los humanos pueden utilizar. No se trata de ser un robot y negar las propias emociones. El objetivo es ejercer el autocontrol y el equilibrio para tener relaciones productivas y positivas con los demás y consigo mismo.
Cuando afloran la irritación, la alegría, la pena u otros sentimientos que pueden afectar la propia carrera o cargo laboral, estas se pueden reconocer, justificar y luego dirigir para que fluyan y se apliquen a una nueva inspiración o educación.
De todos estos descubrimientos surge una nueva idea conocida como neuromanagement o neurogestión, una rama de la ciencia que se centra en el estudio de la actividad cerebral en respuesta a cuestiones organizativas, de negocios o laborales.
¿Qué es la neurogestión?
El campo de estudio conocido como neuromanagement o neurogestión se centra en los mecanismos cerebrales implicados en la toma de decisiones en la gestión empresarial. Por tanto, este ámbito de investigación se encarga de identificar los procesos cerebrales (racionales o no) que subyacen en la toma de decisiones.
Pero, no solo se centra en el responsable que debe tomar decisiones como gerentes, directivos o líderes de equipo. También toma en cuenta la empresa en su conjunto y se fija en los demás miembros de la organización. Es decir, en todos los individuos implicados.
Tiene en cuenta a todos los involucrados con los que interactúa el responsable de la toma de decisiones y que pueden verse afectados por lo que estos aporten, en lugar de concentrarse únicamente en la perspectiva del jefe.
Por tanto, el neuromanagement busca mejorar el rendimiento individual mediante el desarrollo de la capacidad cerebral. Esto, a su vez, mejora la eficacia de los líderes y, por extensión, del equipo o grupo de trabajo en su conjunto.
Esto es especialmente importante cuando se toman decisiones en el ámbito financiero, en el cual los indicadores, el precio de las materias primas, los activos digitales y las decisiones gubernamentales sobre economía e impuestos pueden ser volátiles y verse influenciadas por emociones, repercutiendo en el desempeño y rentabilidad de una empresa.
Ventajas de la neurogestión para las empresas
Siempre habrá una cierta carga emocional en las decisiones que tomen los directores, gerentes u otros responsables de las organizaciones. Estas también se presentan en su personal a cargo y otros empleados de niveles inferiores o departamentos diferentes que se interrelacionen o trabajen en equipo.
Los neurogestores deben conocer todos estos aspectos de antemano. En este sentido, es su responsabilidad averiguar los efectos potenciales que sus decisiones puedan tener sobre las personas. Por supuesto que esto no se da por sí solo. Las empresas deben destinar recursos para la formación de estos empleados. Solo así y a continuación, pueden ayudar a gestionar, comunicar y aprovechar estas emociones en beneficio de los objetivos de la empresa.
Estas personas que trabajan para la empresa deben estudiar y estar equipadas con programas de neuromanagement y planes de formación. Vale dinero y tiempo, pero al final todo repercutirá positivamente en cada empleado y su lugar de trabajo.
Como resultado, la neurogestión mejora el ambiente de trabajo en las empresas, reduciendo el impacto que las decisiones (especialmente las difíciles y desafiantes) tienen en cada trabajador de la empresa.
Estos son los beneficios de la neurogestión en las organizaciones:
Mejor manejo de crisis
La neurogestión ayuda a que cada componente de la empresa lidere mejor sus emociones. Esto implica tener calma en momentos difíciles, ya que las reacciones de los empleados ante situaciones estresantes o durante crisis pueden afectar no solo el ambiente organizacional, sino también la productividad, la rentabilidad, la innovación, la creatividad y la motivación.
En una empresa financiera o bursátil y ante una situación de mercado de divisas, materias primas y otros activos fluctuantes, mantener a raya una situación estresante o de crisis, puede dar cabida a una solución más rápida. Igualmente, dará mejores resultados por convertir esta tensión en respuesta positiva (o al menos no destructiva).
Comunicación más fluida
Al hablar, enviar correos electrónicos internos o tratar de comunicar una idea, es posible que se malinterprete. Si esto pasa, puede dar lugar a una serie de emociones y consecuencias percibidas de forma incorrecta y de acuerdo a cada trabajador que reciba el mensaje. La neurogestión busca los métodos adecuados para mejorar la comunicación y evitar el ruido entre todos los empleados al recibir un mensaje concreto utilizando las técnicas que esta ciencia provee.
Adaptación a los cambios
El miedo y la ansiedad ante los cambios son frecuentes en todas las organizaciones y empresas. Sin embargo, la neurogestión hará mucho más sencillo salir al paso a la resistencia a estas transformaciones y superar los retos.
Si los directivos aplican la neuromanagement y son conscientes de los mecanismos o situaciones que dificultan la aceptación de todo lo nuevo por parte de los trabajadores, el período de adaptación será más corto.
Dicho de otro modo, la neuromanagement proporciona a los directivos los medios para equipar o formar al personal para hacer frente a cambios repentinos o inesperados, así como para aplicar la política como parte de los planes generales de la institución.
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