Cómo las empresas pueden hacer que las personas se sientan bien
En el mundo actual, las empresas están compitiendo por la atención de los consumidores más que nunca. Con tantas opciones disponibles, es más importante que las empresas encuentren formas de hacer que las personas se sientan bien.
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El informe titulado ‘Por qué es tan importante hacer sentir bien a las personas: del propósito a las compañías human centric’, elaborado por LLYC desvela las razones por las que las marcas tienen que apostar por esta estrategia y cómo pueden desarrollar una metodología para construir un plan de posicionamiento que conecte, gracias a los datos, con cualquiera de sus stakeholders y generar así influencia positiva en él: sea un cliente, un empleado, un inversor o un proveedor.
“Hay que pensar más en las personas que en el producto. Si queremos hacer sentir bien a alguien primero hay que conocerlo y para ello debemos comprender qué le preocupa, qué hace para resolver esas sensaciones y dónde. Análisis al fin y al cabo. En la actualidad, nada mejor que el dato para lograr una mayor probabilidad de acierto. Al poner a las personas en el centro de las decisiones y las acciones, las marcas pueden construir relaciones más valiosas y duraderas con sus clientes”, afirma Isis Boet, Directora del área Digital de LLYC en Barcelona y una de las autoras del informe.
Una forma de hacer que las personas se sientan bien es centrarse en sus necesidades y deseos. Esto significa entender lo que los clientes quieren y necesitan, y luego proporcionarles productos y servicios que satisfagan sus necesidades.
Otra forma de hacer que las personas se sientan bien es ofrecer una experiencia de cliente positiva. Esto significa ser amable y servicial, y hacer que los clientes se sientan valorados.
Al centrarse en las necesidades y deseos de sus clientes, ofrecer una experiencia de cliente positiva y ser socialmente responsables, las empresas pueden hacer que las personas se sientan bien. Y cuando las personas se sienten bien, son más propensos a hacer negocios con la empresa.
Cómo desarrollar una metodología human centered
Para hacer que las personas se sientan bien, es necesario aplicar la influencia digital en cinco etapas:
- Conocer. El contexto es cada vez más impredecible. Por eso, todo planteamiento debe comenzar por entender en qué momento está la sociedad con la que queremos conectar, comprender el desafío del negocio y complementarlo con el conocimiento sobre las tendencias del sector, la competencia, el contexto político-social y las tendencias tecnológicas. Gracias a esta fase, se lograrán establecer los desafíos que son necesarios para conectar con las personas claves.
- Escuchar. Esta fase se centra en lo que dice, hace y piensa el consumidor con el que se quiere conectar. Hoy podemos disponer de mucha información suya. Mediante las herramientas de inteligencia se pueden desarrollar modelos de análisis y medición que contienen diferentes fuentes de datos, aportando orden y valor para obtener un conocimiento más conectado con la realidad. Esta etapa nos ayuda a asociar los desafíos de la marca con las necesidades de las personas.
- Empatizar. Conocer y escuchar es la base de datos con la que debemos trabajar si queremos desplegar un modelo de conversación empático. Las inteligencias generativas nos permiten explorar nuevas formas de pensar y entender a las personas, aportando un nivel adicional de profundidad a nuestra capacidad para empatizar. Nos ayudan a desafiar nuestras suposiciones, a explorar diferentes perspectivas y a generar nuevas ideas que nos permitan conectar con las personas a un nivel más profundo.
- Idear. Finalizado el proceso de análisis (conocer, escuchar y empatizar), se inicia el de ideación. Aquí se deben encontrar soluciones diferentes para personas diversas. En esta etapa es importante no perder el foco: ya se cuenta con los datos necesarios para poder tomar decisiones informadas. Las necesidades de los clientes son las que deben guiar para poder definir los mensajes correctos, en el formato y momento oportuno. Es clave poder ajustar y afinar el traje a la medida de las personas.
- Implementar. Es la fase final del proceso, aunque en muchas ocasiones, cuando se aborda un proyecto de comunicación digital, acaba siendo el único paso. Implementar sin conocer, sin escuchar y sobre todo sin empatizar con las personas con las que queremos conectar nos lleva a un proceso de comunicación unidireccional en el que las marcas hablan y no conversan. Por lo tanto, no existirá una orientación hacia la generación de promotores de la conversación positiva.
Al seguir estas cinco etapas, las empresas pueden desarrollar una metodología human centered que les ayude a hacer que las personas se sientan bien.