Dos | La consulta popular sobre la corrupción, que se vota el domingo, definitivamente no cuenta con el apoyo del uribismo

La consulta anticorrupción, que se realizará el próximo domingo, se ha convertido en otro capítulo de polarización.
Se enfrentan el uribismo radical con sectores de centro-izquierda. Para los uribistas, la consulta resulta costosa, vale $ 350.000 millones y es inocua, porque no va a producir realmente ningún efecto contra la corrupción. Los dirigentes del Centro Democrático dicen que por ser una consulta no tiene ningún efecto jurídico. Además, agregan, cinco de las siete preguntas ya figuran como normas en la legislación nacional. Asimismo, reducir el salario de los congresistas y altos funcionarios del Estado, como lo propone la consulta, solo puede hacerse por una reforma constitucional.

Sobre la cárcel para corruptos y la prohibición de contratar con el Estado, ya está vigente en la legislación: la contratación transparente obligatoria que propone la consulta ya se perfeccionó con los pliegos tipo aprobados por el Congreso.
El expresidente Uribe anda molesto con este trino que apareció con su nombre en las redes:

«Hemos decidido apoyar la consulta, no por considerarla sumamente necesaria, sino para demostrar que son ellos los que actúan bajo el odio. Invito al Centro Democrático y a toda la ciudadanía a votar este 26 de agosto».

Uribe se molestó con la suplantación de que fue víctima y rectificó en su propia cuenta de Twitter diciendo: «Por qué utilizan falsificación de cuentas». El ideólogo del uribismo, José Obdulio Gaviria, fue más allá e hizo la siguiente acusación: «Qué anticorruptos tan corruptos». Y afiles del uribismo, como Paola Holguín y Paloma Valencia, han trinado con fuerza contra los promotores de la consulta. Dicen que es corrupto quien promueve un gasto de $ 350.000 millones para algo que no va a servir para nada.