Preocupación ambiental por avería del emisario submarino en San Andrés
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Aún no está claro el momento en que las aguas servidas de San Andrés en plena temporada turística dejarán de llegar a la reserva de la biósfera que la isla tiene a su alrededor. Los contratistas avanzan en la reparación del emisario submarino que se rompió al comenzar la temporada.
Los efectos del vertimiento de aguas servidas al mar desde la segunda semana de diciembre, tras la ruptura del emisario submarino en la Isla de San Andrés, no se podrán medir en el corto plazo.
Sin embargo en la isla ya se sienten las consecuencias, de acuerdo con ambientalistas y buzos que desarrollan su actividad en aguas del departamento archipiélago.
Cosa distinta piensa el instructor de buceo Fabián García, quien asegura que los mayores daños los está generando la desinformación, especialmente en materia turística.
Las autoridades de la isla, encabezadas por la corporación autónoma regional, Coralina, declararon la restricción de la zona afectada para actividades subacuáticas y pesca, mientras se hace la reparación del tubo y evitar afectaciones mayores en los sistemas coralinos y el turismo.
La administración departamental anunció el pasado 21 de diciembre que el ducto de aguas negras estaría reparado en cuatro semanas, sin embargo aún no se tienen reportes al respecto, mientras tanto el mar de los siete colores sigue recibiendo los vertimientos de toda la isla y se cuestionan los efectos negativos en materia ambiental, turística y social.