La escalofriante confesión de menor que mató a su padre y hermana con más de 100 puñaladas
En una confesión que salió a la luz casi un año después del suceso, el adolescente reveló impactantes detalles del asesinato. Esto dijo.
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Un caso que conmocionó a Bogotá y al país entero fue el doble homicidio ocurrido el 30 de julio de 2024 en un conjunto residencial ubicado en el barrio Bosques de San Jorge, localidad de Suba. En esta tragedia, un adolescente de 14 años asesinó a su propio padre, el mayor del Ejército Nacional, Fabián Humberto Bueno Carranza, y a su hermanita de 7 años, en la vivienda familiar.
El acto violento fue reportado por vecinos alrededor de las 11 de la noche, quienes avisaron a las autoridades sobre un altercado familiar. Al ingresar a la residencia, los oficiales encontraron a la niña y a su padre sin vida, con heridas que reflejaban una brutal agresión: el militar tendría más de 100 puñaladas (no hay cifra oficial del número de puñaladas) y la menor aproximadamente 70. La madre, quien logró sobrevivir tras resultar herida, relató a la policía que fue su hijo quien perpetuó el ataque.

En una confesión que salió a la luz casi un año después del suceso, el joven describió que el detonante del crimen fueron los constantes regaños y el maltrato que sufrían en la familia, especialmente hacia su madre.
“Él me castigaba y me pegaba, entonces sentí rabia y me descontrolé…cuando bajaba por el arma iba pensando en apuñalarlo, en ese momento pensé en el cuchillo. Estaba estresado en cuanto al trato que nos tenía a los tres, bravo, porque siempre nos hacía sufrir a mi mamá en temas de ellos, de pareja, eso nos afectó a mí y a mi hermana, más a ellas, no me gustaba”, expresó en su declaración, según revelación de la revista Semana.
En su relato, detalló cómo tomó un cuchillo de la cocina para atacar primero a su padre, apuntando a las zonas que había aprendido en sus clases de biología para causar daño letal, como el pecho y el cerebro. Aunque no planificó el asesinato con anticipación, sí pensó cuidadosamente dónde herir para causar el mayor daño posible.
El adolescente apuñaló repetidamente a su padre, hasta que la niña despertó y le pidió que se detuviera. La reacción del joven fue atacar también a su hermana, quien murió a causa de las heridas. Después del doble homicidio, el menor intentó agredir a su madre cuando ella llegó al hogar, pero, gracias a los gritos y la intervención de los vigilantes del conjunto residencial, la mujer logró salvar su vida y el joven fue detenido.
“Abre la puerta de la casa, creo que estaba pendiente de mi llegada, me tomó de la chaqueta, del cuello con sus manos, me dijo ‘perra hijuep***”, dijo. “Me pegó con el cuchillo que tenía en la mano izquierda, me pegó en el pecho”.
Con respecto a cuando apuñaló a su hermana, esto relató:
“Ella estaba ahí acostada y se levantó a llorar, a decirme que parara, que qué estaba haciendo, ahí yo me descontrolé. Voy donde ella y le pegué una puñalada en el pecho, de ahí ella se cae al piso. Ahí pienso que la había embarrado, no sabía qué hacer, yo no la quería matar, yo la vi tumbada en el piso y la apuñalé más de una vez”.
Finalmente, el menor fue imputado por homicidio agravado y condenado a seis años de internamiento en un centro de detención para menores, mientras que la madre fue exonerada tras una revisión fiscal del caso. La magnitud del episodio y la crudeza de la confesión dejaron una profunda huella en la comunidad, exponiendo la complejidad y tragedia de la violencia intrafamiliar.