EL perdón se ha convertido en tema de investigación científica, ¿la razón? Se ha comprobado que tiene efectos sobre nuestra salud física y emocional. El no perdonar está relacionado a episodios de depresión, ansiedad y hostilidad. Asimismo, cuando guardamos rencor aumenta la presión cardíaca lo que incrementa la posibilidad de sufrir de enfermedades coronarias.