En medio de confusas versiones sobre heridos de un lado y otro, dos manifestantes denunciaron los ataques del ESMAD y mostraron en su cuerpo los efectos de los mismos. Los dos heridos tienen en su cuerpo huellas de impactos de granadas de aturdimiento o humo, de uso exclusivo de la Policía que deben ser lanzadas al aire o al suelo.