El magistrado José María Armenta intentó reclamar la propiedad de un predio que sus dueños habían vendido en los años 90 y aunque logró a su favor la sentencia de un grupo de magistrados, que hoy está siendo investigado por prevaricato, ésta fue anulada. Pero en diciembre pasado fue sorprendido intentando construir en el predio que perdió en ese pleito.