Un abrazo que hasta hace unos años sería imposible en Colombia. El presidente que ordenó la operación en que murió Alfonso Cano, abrazó hoy su hermano, Roberto Sáenz, exconcejal de Bogotá. El exconcejal nunca tuvo nada que ver con la guerrilla, pero su parentesco con Cano convierte este abrazo en el símbolo de reconciliación con el que el jefe de estado inicia la campaña del plebiscito.