Revelan el último deseo de Sandra Reyes antes de fallecer, ¿lo cumplió?
Desde el momento en que recibió el diagnóstico, Sandra Reyes tomó una decisión que sorprendió a muchos.
- ¿Qué se sabe sobre el fallecimiento de una de las actrices de ‘El Juego del Calamar’?
- Video | Andrea Valdiri mostró las consecuencias de la enfermedad que padece
El fallecimiento de Sandra Reyes, la querida actriz colombiana conocida por sus papeles icónicos en la televisión, ha dejado una profunda huella en el corazón de sus seguidores.
A lo largo de su vida, Reyes fue reconocida no solo por su talento, sino también por su serenidad y su enfoque espiritual hacia la vida. Su lucha contra el cáncer de seno, que mantuvo en privado, fue un reflejo de esa calma y valentía con las que enfrentó la enfermedad.
Desde el momento en que recibió el diagnóstico, Sandra tomó una decisión que sorprendió a muchos: no someterse a tratamientos convencionales. Según sus amigos y familiares, la actriz optó por vivir sus últimos meses de la forma en que siempre lo había hecho: rodeada de naturaleza, paz y espiritualidad. Su finca en Ubaté, Cundinamarca, donde vivió junto a su hijo Gerónimo, fue su refugio y su principal fuente de energía. En ese lugar, donde la conexión con el entorno natural era fundamental, Sandra decidió pasar sus últimos días.
Los últimos deseos de Sandra Reyes antes de fallecer
Pero su despedida no fue solo un acto de valentía frente a la enfermedad; fue una planificación meticulosa de lo que quería para su funeral. La actriz, de 49 años, sabía que su tiempo en este mundo estaba llegando a su fin, y dedicó parte de su tiempo a preparar lo que sería su último adiós. Sandra dejó claro que su funeral debía ser íntimo, alejado del bullicio de multitudes y cámaras. En su finca en Ubaté, rodeada de sus seres queridos, sus cenizas descansarían en el lugar que tanto amó, en un acto que reflejaba la serenidad con la que vivió toda su vida.
Durante esos meses, Sandra Reyes dejó un legado de sabiduría y paz. Además de planificar su despedida, se dedicó a compartir sus conocimientos espirituales con su hijo, con quien mantenía una relación profunda basada en la naturaleza y el respeto por la vida. En sus últimos momentos, la actriz pudo disfrutar de su entorno, sin la presión de lo que ocurriría después de su partida. Su deseo de ser recordada como la talentosa artista que fue, y no por su enfermedad, fue cumplido por aquellos que la amaron.
El funeral de Sandra, al que solo asistieron sus más cercanos, fue un acto privado lleno de calor humano. Así, la actriz se despidió de este mundo tal y como vivió: en paz, rodeada de lo que más amaba.
