‘Naked Yoga’: una experiencia de conexión y liberación en la comunidad nudista de Medellín
Para muchos asistentes, participar en estas actividades representa una experiencia de igualdad y camaradería, donde el desnudo se convierte en un símbolo de autenticidad y conexión humana, lejos de cualquier connotación sexual.
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En la bulliciosa ciudad de Medellín, la práctica del yoga desnudo ha emergido como una forma innovadora de conexión y liberación para la comunidad nudista local. Lejos de los estigmas y connotaciones sexuales, este fenómeno ha ganado terreno como una disciplina que busca explorar la unión entre cuerpo y mente en un ambiente de aceptación y tranquilidad.
Recientemente, la Casa Museo Pedro Nel Gómez sirvió como escenario para uno de estos encuentros, organizado por la Comunidad Nudista Otro Cuento (NOC). Cerca de 40 personas de diversas edades y trasfondos se congregaron para participar en una sesión de yoga sin ropa, inmersos en una atmósfera artística creada por los murales al fresco y cuadros que adornan el lugar.
En un ambiente distendido y natural, los participantes se unieron con esteras, colchonetas o toallas, dispuestos a dejar atrás las tensiones del día y adentrarse en una práctica que busca armonizar el cuerpo y la mente. Para muchos, como Lizeth Vásquez, una creadora de contenido de 27 años, esta fue una experiencia gratificante que les permitió experimentar una sensación de paz interior y conexión consigo mismos en un entorno enriquecido por el arte.
La sesión, guiada por Katherine Moreno, una experimentada yogui, fue descrita como una oportunidad para abrazar el amor propio y despojarse de las inhibiciones frente a otros. Moreno, quien ha estado impartiendo estas clases en Medellín durante tres años, destaca la transformación que se experimenta al sumergirse en esta práctica, enfatizando que más allá de la desnudez física, se trata de una exploración profunda de las emociones y del propio ser.
Para muchos asistentes, como Santiago Ramírez, de 26 años, participar en estas actividades representa una experiencia de igualdad y camaradería, donde el desnudo se convierte en un símbolo de autenticidad y conexión humana, lejos de cualquier connotación sexual.
Sin embargo, detrás de estas iniciativas se esconde un trabajo de pedagogía por parte de la comunidad NOC, que busca desmitificar el nudismo y promover un espacio de convivencia libre de prejuicios y estigmas. Daniel Gómez, fundador de la comunidad, señala que la intención es proporcionar a los participantes una experiencia enriquecedora y transformadora, alejada de los miedos y bloqueos que puedan surgir.
Con eventos que van desde sesiones de yoga desnudo hasta lecturas de poemas y pintura corporal, Medellín se consolida como un epicentro de actividades nudistas en Colombia, atrayendo a miles de participantes cada año en busca de conexión, aceptación y autenticidad.
Con información de EFE.