Liverpool, en una final con pocas emociones, consiguió su sexta Champions League
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El Liverpool derrotó 2-0 al Tottenham en el Wanda Metropolitano en Madrid con goles de Mohamed Salah (1′) y Divock Origi (87′) para lograr su sexta corona europea luego de 14 años.
La final inició bastante movida desde antes del primer minuto, lo que hacía creer que iba a ser un duelo de muchas emociones -no terminó siendo así- con un penal a favor de Liverpool en el primer minuto. Un centro del Säido Mané rebotó pegó en la mano de Moussa Sissoko dentro del área del Tottenham; el juez Damir Skomina lo sancionó como penal y Mohamed Salah lo cambió por gol del Liverpool.
¡MANO Y PENAL! #ChampionsxFOX El árbitro Damir Skomina señaló pena máxima a favor del Liverpool tras esta mano dentro del área de Moussa Sissoko. pic.twitter.com/X7OQGlVUfi
— FOX Sports MX (@FOXSportsMX) June 1, 2019
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El primer tiempo en general careció de emociones luego del tanto del atacante egipcio. Ambos equipos mantuvieron un ritmo de juego bastante bajo, incluso cansino y no generaron opciones de gol; pese a la necesidad de tratar de buscar el empate, el Tottenham no fue incisivo a la hora de llegar al área de Alisson Becker, más allá de alguna escaramuza individual.
Lo más destacado de los primero 45 minutos, aparte del gol de Salah, fue la invasión de cancha de una joven que obligó a detener el encuentro hasta que fue retirada por las autoridades.
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En la segunda mitad el Tottenham, sin muchas ideas, intentaba inquietar a la defensa de un Liverpool muy organizado en el fondo y esperando para poder contragolpear.
La primera opción para los Spurs fue a los 79 minutos por intermedio del coreano Son Heung-min, que parecía ser el único jugador del equipo que jugaba a otro ritmo y con otra intensidad, con un remate que desvió el arquero Alison; el rebote le cayó a Lucas Moura que disparó, pero nuevamente Becker controló. Un par de minutos más tarde, de tiro libre, el danés Christian Eriksen volvió a probar los reflejos del arquero brasileño que respondió de buena manera.
La ilusión del equipo de Pochettino se esfumó al minuto 87. De un tiro de esquina desde la derecha, que el Tottenham no puedo evacuar de buena manera, la pelota le cayó a Divock Origi y el belga, nuevamente, se convirtió en el héroe rematando cruzado de izquierda al palo más lejano de Hugo Lloris.