Expertos vaticinan equipos en quiebra y ciclistas desempleados si no se disputa el Tour de Francia
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El Tour de Francia, programado para disputarse entre el 27 de junio y el 19 de julio, está en vilo debido a la pandemia del coronavirus.
La empresa Amaury Sport Organisation (ASO), encargada de organizar la ‘Grand Boucle’, aún mantiene las fechas originales que estaba programada, sin embargo, la situación de salud pública en Francia hace prever que el Tour no se podría correr a finales de junio.
La cancelación del Tour significaría un “posible hundimiento económico del sector” del ciclismo, advierte el investigador Jean-Francois Mignot, debido a que la prueba de tres semanas en territorio galo es la que da el músculo financiero a la mayoría de los equipos participantes.
En los últimos días se ha evaluado la posibilidad de un aplazamiento de la carrera para el mes de agosto; la situación en Francia pone en duda esto también.
“Es muy sencillo, si el Tour no se disputa, hay equipos que podría desaparecer, corredores y miembros de los cuerpos técnicos se encontraría sin trabajo”, estima Marc Madinot, mánagerl del Gorupama-FDJ.
La relevancia económica del Tour de Francia
La participación en la ‘Grand Bouclé’ es el pináculo de la temporada de muchos equipos, que si bien saben que su paso por territorio francés no será para luchar por el maillot amarillo, si lo harán por satisfacer a su patrocinador y darle la exposición necesaria para asegurar un año más de financiamiento.
“Para muchos patrocinadores de los equipos la razón de estar en el ciclismo es el Tour de Francia. Si aceptan invertir es para que los telespectadores vean su marca en el maillot de los corredores durante la competencia, ya que es la única prueba ciclística que es seguida masivamente”, indica Jean-Francois Mignot.
Además, la amenaza de cancelación también eliminaría las primas que ASO paga a los equipos participantes. En la edición 2019 habían sido unos 2,3 millones de euros, según la asociación Sporsora, que agrupa a actores de la economía del deporte.
Los ingresos de televisión y patrocinadores han convertido al Tour de Francia desde mitad de los años 1980 en un evento lucrativo para ASO, alcanzando unos 50 millones de euros, según estima el investigador Mignot en una de sus obras.
Sporsora estima que ASO, en 2019, llegó a unos 130 millones de euros de ganancia de los cuales la mayoría venía de la televisión (50-55 %), otro tanto de patrocinadores (40-50 %) y el resto de las autoridades locales (5-10 %). La compañía, además del Tour de Francia, también organiza la París-Niza, Criterium du Dauhpiné y la París-Roubaix.