“Nos equivocamos absolviendo a Ernesto Samper”: Carlos Alonso Lucio
#SinCarreta | El excongresista Carlos Alonso Lucio reflexionó sobre el Proceso 8.000 y lo comparó con el escándalo que enfrenta el Gobierno Petro por presunta financiación ilegal de su campaña.
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Carlos Alonso Lucio, excongresista y exmilitante del M-19, habló cara a cara Sin Carreta con Juan Diego Alvira, reconoció que el Congreso se equivocó con la absolución del expresidente Ernesto Samper por el Proceso 8.000 y se vio claramente afectado al momento de opinar sobre este hecho.
Cabe mencionar que Carlos Alonso Lucio era congresista en la época en la que se juzgó al expresidente Samper por el ingreso de dineros ‘sucios’ del narcotráfico a su campaña.
En la historia política de Colombia, el nombre de Ernesto Samper está estrechamente ligado a uno de los momentos más controvertidos y emblemáticos de la década de 1990: el llamado “Proceso 8.000”. Este episodio dejó una profunda huella en la sociedad colombiana y marcó un punto de inflexión en la percepción de la corrupción en el país.
El Proceso 8.000 se refiere a la investigación y juicio que implicó a varios políticos y empresarios colombianos en un caso de financiamiento ilegal a la campaña presidencial de Ernesto Samper en 1994. Se alegó que parte de los fondos de la campaña provenían del narcotráfico, lo que generó un escándalo de proporciones históricas. La polémica se exacerbó cuando se difundieron grabaciones de conversaciones que sugerían que la campaña había recibido dinero de fuentes ilícitas.
Ernesto Samper, quien asumió la Presidencia en medio de estas acusaciones, negó rotundamente cualquier vínculo con el narcotráfico y aseguró que su campaña había sido financiada legalmente. No obstante, las pruebas presentadas durante el juicio generaron dudas en la opinión pública y dividieron al país. Mientras algunos sostenían que Samper debía ser destituido de su cargo, otros creían en su inocencia y denunciaban una supuesta persecución política.
Aunque Samper fue absuelto de los cargos en 1996 debido a la falta de pruebas contundentes, su Presidencia quedó empañada por el Proceso 8.000 y las sombras de corrupción que lo rodearon. A pesar de sus esfuerzos por impulsar reformas sociales y económicas, el legado de su mandato se encuentra marcado por la crisis política y la desconfianza en las instituciones gubernamentales.