Escándalo en cárceles colombianas: fiestas, drogas y extorsiones detrás de las rejas
#SinCarreta | Las imágenes de presos celebrando, drogándose y extorsionando desde la cárcel reflejan una realidad preocupante del sistema penitenciario colombiano.
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Un nuevo escándalo sacude el sistema penitenciario colombiano. En la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, conocida como La Tramacúa, se realizó una fiesta con música a alto volumen, licor y drogas. Este evento ha puesto nuevamente en el ojo del huracán las condiciones dentro de los centros de reclusión del país.
Los presos se grabaron en video celebrando, drogándose, tomando alcohol y haciendo asados, mostrando una realidad que todos saben, pero que nunca encuentra solución. Este tipo de comportamientos se han vuelto paisaje común en muchas cárceles de Colombia, donde la falta de control y las condiciones precarias son la norma. La pregunta que surge es: ¿tiene realmente una solución esta problemática?
¿Por qué sucede esto?
Para entender el trasfondo de esta situación, consultamos al exministro de Justicia, Wilson Ruíz, quien señaló que la corrupción y la falta de recursos son los principales factores que permiten que estas situaciones se den, haciendo hincapié en la necesidad de implementar medidas drásticas para que las cárceles cumplan su función de resocialización.
La corrupción dentro del sistema penitenciario permite el ingreso de sustancias prohibidas y objetos que facilitan estas fiestas y actividades ilícitas. Además, la sobrepoblación y las condiciones inhumanas en las que viven los reclusos solo agravan el problema, creando un ambiente propicio para el descontrol.
¿Existe una solución?
La implementación de tecnologías de vigilancia, el aumento del personal de seguridad y la reducción de la sobrepoblación carcelaria son algunos de los pasos que podrían tomarse. Sin embargo, lo que queda claro es que las cárceles en Colombia siguen descontroladas y parece que nadie logra organizarlas.