El ‘Olmedazo’: la más reciente ola de corrupción que sacude al país
#SinCarreta | Estos escándalos son solo la punta del iceberg de un sistema donde el intercambio de votos por favores sigue siendo una práctica común.
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El país se enfrenta a otro escándalo de corrupción de proporciones monumentales: ‘El Olmedazo’. Olmedo López ha revelado que más de 380 mil millones de pesos han sido desviados de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) para transacciones políticas, marcando un nuevo episodio en la larga historia de desvío de fondos públicos en Colombia.
La corrupción no es un fenómeno nuevo en el país. Para comprender mejor el contexto actual, es importante repasar algunos casos históricos que han dejado una marca en la política colombiana. En 1999, durante el gobierno de Andrés Pastrana, estalló ‘El Pomaricazo’. Armando Pomárico, entonces presidente de la Cámara de Representantes, encabezó una red de contratación corrupta, desviando 5.300 millones de pesos de la época. Pomárico fue finalmente condenado a 12 años de cárcel.
Otro caso resonante fue el del senador Javier Cáceres. Famoso por su declaración ‘Chuzo a la corrupción’, Cáceres denunció en 1998 un caso de corrupción en Dragacol. Sin embargo, años después, fue él quien acabó implicado y condenado por vínculos con paramilitares, lo que evidenció la hipocresía y la profundidad de la corrupción en el sistema político.
La ‘Yidispolítica’ fue otro escándalo que sacudió al país. La congresista santandereana Yidis Medina confesó haber recibido puestos y notarías a cambio de su voto a favor de la reelección presidencial. Este caso implicó a altos funcionarios como Sabas Pretelt, Diego Palacio y Alberto Velásquez, demostrando cómo el trueque de votos por favores ha sido una constante en la política colombiana.
En tiempos más recientes, durante el gobierno de Iván Duque, surgió el escándalo de ‘Las Marionetas’. El senador liberal Mario Castaño fue identificado como el cabecilla de una sofisticada red para desviar fondos públicos, involucrando a políticos, contratistas y altos funcionarios. Pierre García, prófugo de la justicia, y el senador Ciro Ramírez, actualmente procesado, aunque él lo niega, son solo algunos de los nombres ligados a este caso.
Estos escándalos son solo la punta del iceberg de un sistema donde el intercambio de votos por favores sigue siendo una práctica común. Lo que destaca en la actualidad es la audacia con la que estas transacciones se llevan a cabo, evolucionando hacia formas más sofisticadas como el intercambio directo de dinero por votos.