Soldados y policías mutilados encontraron en el Centro de Rehabilitación Inclusiva una nueva oportunidad

La rehabilitación de las víctimas de la guerra no sólo pretende darle piernas y brazos a los mutilados, sino también estímulos a su inclusión social.

Estos braceos los hacen unos deportistas que sin ganar ya son campeones. Son soldados y policías en condición de discapacidad que encontraron en el Centro de Rehabilitación Inclusiva -CRI- una nueva página para sus vidas.

Los obstáculos no importan, si se les cae la prótesis se la ponen y les siguen anotando goles a sus barreras.

“La inclusión es un componente de la rehabilitación integral que se orienta a que las personas logren su pleno desempeño en todos los ámbitos de la vida”

Diana Gutierrez de Piñeres, directora del CRI

En los procesos de rehabilitación enfocados en lo social, laboral y familiar estos héroes encuentran nuevas habilidades

“Trabajamos en validación del bachillerato muchos de nuestros miembros de la fuerza pública no han terminado su bachillerato por su acción en el área”

Diana Gutiérrez de Piñeres, directora del CRI

Este centro lleva un año y ya ha atendido a más 3.500 personas de las cuales unas 1.000 ya terminaron su proceso de rehabilitación y hoy están escribiendo nuevas historias para seguir activos en la sociedad.

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