Revelan pasos para encubrir abuso sexual de sacerdotes a menores en Pensilvania

El FBI publicó detalles de los pasos que seguía la Iglesia católica para encubrir los abusos sexuales de 300 sacerdotes en Pensilvania, luego del informe entregado por la Corte Suprema que reveló los abusos.

Durante décadas monseñores, obispos, ayudantes de obispos, arzobispos y cardenales de Pensilvania fueron protegidos por la Iglesia católica para que no salieran a la luz los abusos sexuales que cometían, incluso, el FBI determinó que la diócesis tenía una especie de manual que debía seguir cada que recibía denuncias por abusos sexuales a menores de edad.

Disuadir a las víctimas, evitar los escándalos, usar eufemismos, guardar las denuncias en un archivo secreto, hacer traslados de sacerdotes sin aclarar el motivo, evitar el contacto con la policía y desviar las investigaciones del personal capacitado, hacen parte de la lista de pasos con los que la Iglesia gestionó el encubrimiento sistemático.

El fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, aseguró que este estatuto fue clave para el encubrimiento, pues entre más tiempo pasaba menos posibilidades había para enjuiciar a los abusadores.

El manual de jugadas, llamado así por el FBI, se conoce luego de que la Corte Suprema de Pensilvania publicara un informe de casi 1.400 páginas, que documenta 300 casos de, según el documento, “sacerdotes depredadores” sexuales, que llevaron a cabo abusos en seis diócesis de dicho estado.

Las respuestas de la Iglesia condenando los hechos no se hicieron esperar. 

Edward Burns, obispo de la diócesis de Dallas aseguró que “debo decirles que después de leer y profundizar en el informe del gran jurado, es nauseabundo. Te produce náuseas. Por lo tanto, conocer el entorno de la iglesia local de la Diócesis de Pittsburgh es algo más que descorazonador”.

Para el informe fueron escuchados decenas de testigos y revisadas medio millón de páginas de documentos internos de las diócesis.