Reserva Van der Hammen es vital para prevenir emergencias por escasez de agua
Para el académico Orlando Rangel, del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, la reserva forestal Van der Hammen concentra una gran cantidad de sedimentos cargados de agua y no debe ser utilizada para la construcción.
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El profesor Orlando Rangel dijo que esta área de 1.395 hectáreas tiene destinado un 5,84 % a zonas de protección donde aún se tienen ecosistemas completos. Gran parte conserva restos del bosque de las Mercedes y las investigaciones sustentan que bajo la superficie se concentra una gran cantidad de sedimentos cargados de agua.
La zona de restauración, del 39,61 % de la reserva, fue destinada por la Corporación Autónoma Regional (CAR) para adelantar un restablecimiento ecológico y así lograr la conexión con el río Bogotá.
“Estamos empezando a ver escasez del recurso hídrico y mientras se resuelve el problema del uso del agua, es indispensable que la reserva Thomas van der Hammen se mantenga viva, sin nada de cemento, para que los humedales no se vean afectados”, agrega el académico.
Expertos ambientales de la Universidad Nacional además agregan que permitir el flujo de agua asegura que los humedales permanezcan en buen estado y permite controlar el clima para no agudizar el problema de las elevadas temperaturas que se están presentando en la ciudad.
En relación con el anuncio del alcalde, Enrique Peñalosa, de construir soluciones de vivienda en una parte de la reserva forestal, el experto señala que es falsa la afirmación sobre la reserva, específicamente que esta sea solo potreros. “Su apariencia sí se ha visto afectada por el crecimiento urbano de Bogotá, pero aún conserva todo tipo de vegetación como bosques de aliso, que se pueden recuperar fácilmente para beneficiar la cadena ecológica porque atraen insectos y aves de gran tamaño”, agrega el académico.
Finalmente Rangel aconseja que el desarrollo urbanístico de Bogotá se haga en el occidente de la ciudad ya que “allí los suelos tienen baja oferta ambiental, si se adelantan construcciones hacia la zona occidental se estaría dando un buen uso al suelo sin afectar la riqueza ambiental que tiene Bogotá”.