Talaron mil árboles para darle mejor aire a sus hijos a costa del de los otros bogotanos

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, sancionará a seis urbanizadores del predio El Bagazal, en el sector de Rosales en Bogotá, donde se están construyendo viviendas, sin los requisitos legales.

Se trata de un bosque declarado por la autoridad ambiental como reserva forestal. Aunque el predio pertenece a particulares, la CAR encontró que las construcciones deterioraron el medio ambiente.
Antes urbanizar la reserva forestal, la zona había sido declarada como patrimonio ambiental del Distrito. Sin embargo, el dueño de una casa desvió la quebrada de Rosales, y un segundo, taló más de mil árboles.

Desde hace un año, tanto al CAR como el Distrito intentaron frenar las obras de las exclusivas casas en ese sector, detrás del Metropolitan Club de Bogotá. Pero mientras se firmaban las resoluciones para sellar las obras, los constructores agotaban su esfuerzo para subir arena y cemento a la reserva.

Cuando la CAR inspeccionó la zona, ya habían construido las estructuras de las seis casas que hoy buscan demoler por daño ambiental. Pese a que las obras se desarrollaron sin licencia de la curaduría.
En noviembre de 2013, el Consejo de Estado prohibió el otorgamiento de licencias de construcción en las zonas declaradas de reserva ambiental en los cerros orientales de Bogotá.

Para la ONG ambientalista WWF, haber talado mil árboles de los cerros orientales implicará un cambio climático en la zona.

Los ambientalistas añaden que aunque el daño de la construcción es irreparable, se puede evitar una tragedia mayor.

Cuando nos acercamos para buscar la versión del administrador del condominio, el jefe de seguridad nos informó que tienen prohibido el acceso a la prensa.
La Secretaria de Ambiente del Distrito tiene selladas las obras desde febrero de 2015, pero ya hay cuatro casas construidas.