Muerta viva

Alquería La Fragua es un barrio del sur de Bogotá cuyos habitantes no tenían títulos de propiedad y lograron conseguirlos gracias a los oficios de una mujer que litiga con la tarjeta de una abogada que murió hace más de dos décadas.

Desde hace más de 10 años y por estas calles del barrio Kennedy, Alquería La Fragua, una abogada más que reconocida entre los vecinos, se ha encargado de titular casi todas estas casas.

Ella le puso fin a los abogados que querían estafar a los habitantes y se encargó de llevar juiciosamente los procesos de prescripción de dominio ante los juzgados.

Entre los documentos que reposan en las notarias y en los folios de registro de matrículas inmobiliarias, la abogada samaritana se llama Luz Irene Ortiz de Rodríguez. Esta es su firma y esta su cédula y número de tarjeta de abogada.

“Eso sí, cobra unos 4 milloncitos por su labor, pero es muy humana”, dicen los vecinos beneficiados.

Sin embargo, es difícil llegar hasta la buena Luz Irene Ortiz, quizá porque está muerta. Según el acta de defunción, la abogada samaritana murió por causas naturales en agosto de 2001 a las 8:30 p.m. en su casa.

Pero, aunque parezca increíble, sigue actuando en representación de los vecinos de este barrio.

Los vecinos de Alquería La Fragua nos ayudaron a dar con doña Luz Irene Ortiz de Rodríguez, o bueno, con la que ellos creen que es.

En los folios de los títulos de Alquería La Fragua, otorgados a través de procesos de jueces, en su mayoría están adelantados a través de poderes que los habitantes les dieron a diversos abogados, pero casi todos están hechos gracias al milagro que Luz Irene Ortiz de Rodríguez provoca aun estando muerta.

El caso ya lo conoce el Superintendente de Notariado y Registro, Jorge Enrique Véñez, y ha dicho que se revisará uno a uno los casos.