Análisis: ¿está el Congreso preparado para enfrentar los desafíos y las reformas en 2025?
Hacemos un recuento de cuáles son las reformas pendientes del gobierno y en qué estado se encuentran.
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A medida que se acerca el año electoral 2025, el Congreso colombiano enfrenta una serie de desafíos que ponen en tela de juicio su efectividad y compromiso con la ciudadanía.
Con solo un 5 % de los proyectos de ley convertidos en leyes y un creciente debate sobre el transfuguismo, la situación es crítica para la representación de los derechos de las personas LGBTIQ+ y otros temas fundamentales.
A continuación, un análisis de esta situación, con datos proporcionados por el Extituto de Política Abierta:
El Congreso colombiano se encuentra en una encrucijada a las puertas del 2025. Mientras la ciudadanía espera respuestas a sus necesidades, las acciones de los legisladores sugieren una preocupante desconexión con la realidad nacional.
De más de 2000 proyectos de ley radicados desde julio de 2022, apenas un 5 % se ha convertido en ley, lo que refleja una alarmante ineficiencia legislativa.
Además, el reciente respaldo parlamentario al transfuguismo, una práctica que permite a los congresistas cambiar de partido sin sanciones por doble militancia, plantea serias dudas sobre el compromiso del Congreso con la democracia. Esta decisión parece más orientada a beneficiar a los legisladores en el contexto electoral que a fortalecer la representación política.
La agenda legislativa ha visto un aumento en la radicación de proyectos, pero la
productividad sigue siendo mínima. En el segundo semestre del año, se presentaron 721 proyectos, un 14 % más que en años anteriores; sin embargo, solo el 32 % son de autoría de los propios congresistas. Esta falta de iniciativa contrasta con la creciente oposición a las reformas del Gobierno, como las laborales y de salud, que avanzan lentamente.
Por otro lado, iniciativas cruciales para fortalecer la democracia, como el castigo al ausentismo parlamentario y la promoción de la paridad en corporaciones públicas, no han prosperado. En contraste, el transfuguismo ha encontrado un respaldo sospechoso que podría afectar negativamente la cohesión partidista y la estabilidad del sistema político.
En cuanto a temas ambientales, el Congreso ha comenzado a abordar la biodiversidad y la protección del medio ambiente. Durante la COP 16, se formaron comisiones para tramitar iniciativas relacionadas con estos temas y se realizaron eventos para abrir el diálogo con la ciudadanía.
La agenda de género también muestra contrastes. Si bien se logró prohibir el matrimonio con menores de edad, aún no hay avances significativos en los derechos de las personas LGBTIQ+. Nuevas iniciativas buscan prohibir actos violentos contra esta población y garantizar sus derechos, pero el panorama sigue siendo complicado.
Finalmente, el Congreso ha comenzado a abordar la regulación del uso de inteligencia artificial. Se han radicado varias iniciativas que buscan establecer lineamientos éticos y legales para su uso en Colombia.
Con todo esto en mente, el segundo periodo legislativo entre febrero y junio de 2025 estará marcado por un contexto preelectoral. Los congresistas buscarán visibilidad y fortalecer sus bases electorales mientras compiten por posicionar temas relevantes.
Aunque las reformas del gobierno seguirán siendo prioritarias, se espera un mayor protagonismo de propuestas originadas en el Congreso. Sin embargo, el futuro del transfuguismo sigue siendo incierto y podría tener repercusiones significativas para el sistema político colombiano.