Surge nueva hipótesis en la investigación del crimen familiar en Norte de Santander
Un nuevo giro: esta podría ser la razón por la que la familia López Durán fue asesinada en Norte de Santander.
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Una nueva hipótesis ha emergido en las investigaciones sobre la masacre de la familia López Durán, ocurrida en el municipio de Tibú, Norte de Santander. Este suceso, que conmocionó a la región del Catatumbo, podría estar vinculado a un ajuste de cuentas relacionado con actividades realizadas por Miguel Ángel López en el desempeño de su trabajo.
Según fuentes cercanas al caso, las primeras investigaciones apuntaban a que el homicidio múltiple estaba relacionado con la recuperación de cuerpos que habían sido asesinados por estructuras del ELN. Sin embargo, una nueva teoría ha cobrado relevancia en las últimas horas.
Sugieren que el crimen podría haber sido motivado por “acciones indebidas en el transporte de ciertos elementos”, lo que habría desencadenado represalias contra López y su familia.
Un documento confidencial de la Fuerza Pública señala que Miguel Ángel habría ignorado advertencias previas de no intervenir en la recuperación de cuerpos de personas asesinadas por el ELN, supuestamente vinculadas con las disidencias del Frente 33 de las Farc.
“Al parecer, López habría realizado en las últimas semanas el levantamiento de personas que habían sido asesinadas por estructuras del Frente de Guerra Oriental del ELN, señaladas de pertenecer al Frente 33 de las disidencias”, se lee en el informe.
No obstante, la hipótesis del ajuste de cuentas ha ganado fuerza. Aunque los detalles específicos sobre los elementos transportados no han sido revelados, esta línea investigativa plantea un posible motivo distinto al inicialmente considerado.
Por otro lado, la situación en el Catatumbo sigue siendo crítica, con las comunidades atrapadas entre el ELN y las disidencias de las Farc, quienes han negado cualquier responsabilidad en el asesinato.
“Informamos que el ELN no tiene ninguna responsabilidad en los hechos. Denunciamos que la acción fue perpetrada por integrantes del Frente 33 de las extintas Farc”, declaró el grupo liderado por Antonio García.
Mientras las autoridades continúan analizando esta nueva hipótesis, el caso se mantiene como un reflejo de la violencia sistemática que azota al Catatumbo. La población civil sigue enfrentando las consecuencias de un conflicto armado que tiene a las comunidades viviendo bajo constante amenaza.