Mancuso asegura que para desaparecer cuerpos hicieron fosas comunes en Venezuela

En su segundo día de comparecencia ante la Jurisdicción Especial para la paz, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso ha hablado de operativos conjuntos con las Fuerzas Militares y de la desaparición de víctimas en Venezuela.

El eje de los interrogantes de los magistrados de la JEP en la sesión son las operaciones conjuntas entre ‘paras’ y militares.

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Mancuso aseguró que las Autodefensas pilotaban nueve helicópteros a su antojo con la complicidad de la Fuerza Aérea.

“Colaboramos en ese tipo de situaciones y podíamos volar por todo el territorio, no reportaban ellos a la Fuerza Pública, y todos se reportaban, automáticamente llaman a averiguar y uno se pasaba una frecuencia interna y se identificaba que era un helicóptero que iba pilotado por algún miembro de la fuerza pública y en algunos casos, pues se tenía que informar que éramos nosotros”, aseguró el compareciente.

Habló de la complicidad militar en la masacre del Salado en los Montes de María, en la que asesinaron a 60 personas en febrero del año 2000.

“A mí me toca hablar desde el helicóptero que voy pilotando (…) yo hablo con el capitán que va al mando de la aeronave de combate y les digo que no, que somos Autodefensas, que estamos en la misma lucha y él dice ya van a despegar dos helicópteros que vienen de. no me acuerdo si era de Cartagena o Barranquilla; me voy porque me estoy quedando sin combustible y no me derriba, él tenía la posibilidad de derribarme si quería“, cuenta Mancuso.

El criminal también reveló que comenzaron a desaparecer cadáveres para no llamar la atención del país.

Aseguró que algunos cadáveres los quemaron en hornos para hacer ladrillos y otros cuerpos fueron dejados en fosas comunes que tenían hechas en Venezuela.

“El comandante Carlos Castaño nos ordena a todos los comandantes que había que desaparecer a las personas; la mayor cantidad que pudiésemos de los que se asesinaban; tropas nuestras bajo nuestro mando deciden construir en la zona del Catatumbo, bueno utilizar unos hornos que había para quemar ladrillos y convertirlos en una desafortunada máquina de incinerar todas las víctimas; arrojarlas en territorio venezolano una es al lado del río del otro lado para que el río los llevara y los dejará por el lado de Venezuela y algunos miembros de Autodefensas ingresaron hasta Venezuela, para dejar fosas en Venezuela allá hay por lo menos unas 200 o más de 200 personas“, concluyó el criminal.