El Magdalena Medio santandereano tiene la cifra más baja de violencia intrafamiliar en cuarentena

En el Magdalena Medio santandereano están los hombres y mujeres menos violentos del país durante esta cuarentena, así lo afirman las autoridades con las cifras que muestran una alta disminución en violencia intrafamiliar.

Mientras las cifras del Observatorio Colombiano de la Mujer advierten un incremento del 175 % en los casos de la violencia intrafamiliar del país durante la cuarentena; en el Magdalena Medio y en especial en Barrancabermeja sus autoridades aseguran que disminuyó.

“Ha sido muy positivo porque genera todos los índices históricos que hemos tenido de comisión de delitos y que tiene que ver con la seguridad ciudadana, han bajado. Han sido tiempos que a pesar de todas las dificultades que todos conocemos, hemos tenido tranquilidad en términos de seguridad y en términos de familia”, aseguró Alfonso Eljach Manrique, alcalde de Barrancabermeja.

Para los pobladores de estas tierras violentas por naturaleza, las causas de esta reducción son muchas.

“Depende de las circunstancias tanto hombres y mujeres en algún momento somos violentos según la circunstancia en la que nos encontramos (…) la persona pensará cometer algún error y lo piensa por qué obviamente hay más seguridad en la ciudad en estos momentos”, afirmaron algunos habitantes.

Dos estrategias impulsan la tarea de bajar al mínimo estos comportamientos agresivos en el Magdalena Medio santandereano.

“Un grupo especializado de policías están visitando las familias granizando la prevención en cuanto a la violencia intrafamiliar”, afirmó el comandante de la Policía del Magdalena medio, coronel Gustavo Martínez.

Según análisis del Observatorio Colombiano de la Mujer, de las casi cinco mil llamadas de emergencia recibidas en el país, entre marzo y mayo, solo un cuatro por ciento fueron de esta región.

Bogotá seguida de Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca y Atlántico son las regiones que presentan mayor violencia doméstica en cuarentena. El 89 % de los casos fueron apoyados con rutas de atención, un 10 % con ayuda psicológica y menos del uno por ciento fue remitido a la parte penal.