Familias del Catatumbo, dispuestas a sustituir cultivos ilícitos de manera voluntaria

Más de 18 mil familias de pequeños cultivadores de hoja de coca en el Catatumbo anunciaron que están dispuestos a sustituir de manera voluntaria los cultivos de uso ilícito por productos lícitos, si el Gobierno se compromete a atender la difícil situación que vive la región, como consecuencia de la crisis por la falta de compra de la hoja de coca.

Para los campesinos, es urgente que llegue la reforma agraria a esta zona del país.

El Catatumbo vive hoy una crisis sin precedentes. Desde hace dos años, los compradores de la hoja de coca no volvieron a la región. Mongüí, una de las campesinas productoras de hoja de coca de La Gabarra (corregimiento en Norte de Santander) cuenta que ya nadie volvió a la zona a comprar la pasta de coca.

“Estamos en una situación muy brava”, dice Mongüí.

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Desde la Asociación de Unidad Campesina del Catatumbo (Asuncat) dicen que están dispuestos a dejar los cultivos ilícitos es el caso de Benavides Velásquez, quien ya inició el cambio de sus cultivos, confiado en los anuncios del gobierno.

“Yo tenía dos hectáreas de hoja de coca y ya arranqué una para sembrar fríjol. Ahora lo importante es que el Gobierno cumpla y traiga proyectos en serio para la región.”, expone.

Como él, en muchas familias del Catatumbo quieren vivir una nueva historia. En la pasada caracterización, 18 mil familias se mostraron dispuestas a meterle un cambio a los cultivos ilícitos y pasarse a nuevos productos.

Este fin de semana se cumplió la primera Escuela Regional de Jóvenes del Catatumbo , como parte de los acuerdos de la mesa, en la que estuvieron presentes integrantes de la delegación de paz del Gobierno y del bloque del Estado Mayor Central, que se mantiene en las negociaciones de paz.