En pleno Torneo Internacional de Joropo, Villavicencio se queda sin agua
Mientras Villavicencio se llena de color y música con la celebración del Torneo Internacional del Joropo, muchos residentes se ven obligados a depender de la lluvia para llenar sus tanques o baldes.
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Villavicencio atraviesa una compleja situación que afecta a más de 120.000 de sus habitantes: la falta de agua. Desde el 29 de noviembre, el servicio de agua fue suspendido para gran parte de la ciudad debido a un daño en la línea principal del acueducto, ubicado en el sector de La Garganta.
Aunque la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV) trabaja en la reparación de la tubería afectada, no se ha establecido una fecha exacta para el restablecimiento del servicio, lo que ha dejado a muchos sin acceso al vital líquido durante horas y, posiblemente, días.
El desabastecimiento se suma a los problemas previos, ya que, desde principios de noviembre, el suministro ya era irregular debido a trabajos de “reforzamiento” en el sistema de acueducto. La situación ha generado creciente frustración entre los villavicenses, que, además de enfrentar la escasez de agua, se sienten afectados por una falta de planificación para hacer frente a emergencias como esta.
Carlos Alberto López, contralor de Villavicencio, ha cuestionado duramente la ausencia de un plan de contingencia para mitigar la crisis del agua. López criticó la falta de acuerdos con la Fuerza Aérea, que podría haber ayudado a transportar agua en esta emergencia, y la falta de recursos para comprar las eslingas necesarias para las reparaciones, mientras que sí hubo presupuesto para eventos culturales, como el Torneo Internacional del Joropo que se celebra en la ciudad.
Además, el contralor alertó sobre el deterioro de infraestructuras clave, como las subestaciones de bombeo de Puente Abadía y Bavaria. Estas subestaciones, que en años anteriores ayudaron a aliviar situaciones similares, están fuera de servicio, lo que limita aún más las opciones para restablecer el suministro de agua en la ciudad.
Mientras Villavicencio se llena de color y música con la celebración del Torneo Internacional del Joropo, muchos residentes se ven obligados a depender de la lluvia para llenar sus tanques o baldes. La contradicción es evidente: la ciudad disfruta de una fiesta de gran escala, pero al mismo tiempo enfrenta una crisis básica que afecta a miles de hogares y comercios.
Para muchos, la situación refleja una desconexión entre las prioridades de la administración pública, que parece volcar recursos en festivales, mientras que las necesidades básicas, como el acceso al agua, no reciben la atención necesaria. Aunque se han prometido soluciones, algunos expertos y autoridades locales, como López, advierten que la normalización del servicio de agua podría demorar hasta mediados de la próxima semana.
En Villavicencio, mientras la fiesta continúa, el agua sigue siendo un lujo escaso. La crisis pone de manifiesto no solo un problema técnico, sino también una gestión pública que, según muchos, no ha sabido anticiparse ni responder de manera efectiva ante las emergencias.