Drama de una viuda y su hijo por la violencia en Bello, Antioquia
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Marlin junto a su esposo Edward Sierra y su pequeño hijo, celebraban su cumpleaños número 8, cuando una prolongada balacera afuera de su casa en Niquía, municipio de Bello, Antioquia, terminó en tragedia.
“Llegaron a las 12 de la noche unas personas disparando indiscriminadamente, contra otras personas que se encontraban en la acera del lado. Mi hijo quedó en medio de las balas corriendo, a mi mamá le dieron un disparo en el hombro, al esposo de una amiga en una pierna y a mí me rozó una bala en el hombro”, contó Marlin.
En el ataque su esposo murió por una bala perdida y también fue asesinado alias Guerrero, muerte que dio origen a la confrontación armada entre la banda de los Pachelly y la de Niquía Camacol.
Las autoridades confundieron Edward con uno de los delincuentes, por lo que ahora la viuda y su hijo se sienten revictimizados.
“Mi esposo era demasiado trabajador, él trabajaba con el papá desde los 15 años, era un plomero empírico, un papá responsable y un esposo dedicado a su hogar”, sostuvo Marlin.
“Es muy duro porque es dejar a un hijo sin su padre, un niño que tuvo que ver a su papá en el suelo a sus 8 años y asimilar que ya no va a está”, agregó la mujer.
Pese a que las autoridades se retractaron de haberlo señalado como delincuente, el estigma para esta mujer y su niño quedará de por vida, al igual que el dolor y el vacío que le dejó la muerte y la violencia por la guerra que se desata en Bello.