Los inmortales Gabo y Chespirito

Dos genios del lenguaje iniciaron el año 2015 en la inmortalidad. Sus exequias tuvieron lugar en Ciudad de México, cada una de acuerdo con la población a la que Gabo y el Chavo inspiraron.

El Distrito Federal, la capital de México, fue la sede de todos los muertos en el universo intelectual en idioma castellano… En abril, después del 17, los intelectuales de América Latina viajaron para el acto solemne en el Palacio de Bellas Artes, en el que se despedía de la vida el más leído de los autores del idioma castellano, a quien la represión militar de Colombia obligó a vivir en el exilio desde los años 70.

Y a finales de noviembre, el mes en el que hace miles de años se celebran a los muertos, un funeral masivo, con un cortejo fúnebre que se inició en el estadio azteca, congregó a millones para despedir al comediante más presente en la cultura popular de todo el mundo hispano.

La historia de Gabriel García Márquez, tuvo un inicio aquí, en el colegio XX de Zipaquirá, una hora por carretera al norte de Bogotá, que en los últimos años comenzó a recuperar los recuerdos del Nóbel. Entre sus primeros hallazgos están su primera máquina de escribir, tres amores de estudiante, Berenice, Consuelo y Virginia y hasta un poema que cometió, de las cuales no tenían ni idea los más juiciosos biógrafos. La mayoría de ellos se brincó la etapa de clima frío en la historia del genio de la literatura tropical, episodio que terminaría con su fallida inscripción en la facultad de derecho de la Universidad Nacional.

Otra sería la historia de Roberto Gómez Bolaños, que tampoco terminó sus estudios de ingeniería industrial en la Autónoma de México. Como estudiante se ensayó con libretos para Viruta y Capulina. Y desde entonces se ganó como sobrenombre el diminutivo de Shakespiere, Chespirito.

Y así como el realismo mágico, la genealogía de la familia Buendía y Macondo se convirtieron en paisajes obligatorios de los intelectuales del mundo, la Vecindad del Chavo transcendió inclusive el lenguaje popular en castellano.

En 2014, dos genios de la cultura tuvieron en México su fiesta de los difuntos, pero antes y después de ellos, volvió a la tragedia de sus propios muertos y comienza en 2015 reclamando por los estudiantes desaparecidos y la alianza de los paramilitares con cierta dirigencia política que tiene a México padeciendo la violencia que en Colombia, la de Macondo, se considera injustamente cosa del pasado.