Venezolano que quemó viva a su expareja en Lima acepta los cargos por feminicidio
El acusado fue detenido en Bogotá el 12 de abril del año pasado y puesto bajo prisión preventiva
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El venezolano Sergio Tarach aceptó este martes haber cometido el feminicidio de su expareja, la peruana Katherine Gómez, a quien quemó viva en plena calle en 2023, un delito por el que enfrenta 30 años de cárcel.
El feminicida también pidió perdón a los familiares de la víctima durante la audiencia del juicio oral seguido en su contra.
El Segundo Juzgado Penal Colegiado Permanente de la Corte de Lima concluyó en la audiencia con el debate sobre la pena a imponerse al procesado, después de escuchar la petición del Ministerio Público de 30 años, 6 meses y 20 días de prisión contra Tarache por feminicidio con agravante de gran crueldad o alevosía.
El Poder Judicial informó, en su cuenta de la red social X, que “el acusado Tarache Parra aceptó los cargos imputados y pidió perdón a los familiares de la víctima”, después de conversar con su abogada en un receso.
En la siguiente sesión del jueves próximo, el colegiado continuará con el debate sobre la reparación civil a imponerse al imputado.
Tarache, de 21 años, huyó a Colombia después del feminicidio ocurrido el 18 de marzo de 2023, cuando roció con gasolina a Katherine Gómez, de 18 años, y le prendió fuego en una plaza del centro de Lima
Los viandantes intentaron auxiliar a la víctima, a quien hicieron rodar por el asfalto para apagar las llamas y luego un taxista intervino con un extintor, pero el ataque le provocó quemaduras en el 60 % del cuerpo que le causaron la muerte tras una semana hospitalizada en Lima.
El acusado fue detenido en Bogotá el 12 de abril del año pasado y puesto bajo prisión preventiva mientras las autoridades colombianas y las peruanas comenzaron el proceso de extradición a Perú, que se hizo efectiva en enero pasado.
Desde entonces, Tarache cumplía una orden de prisión preventiva en el penal Ancón I, desde donde se conecta por vía remota a las audiencias de su juicio oral.
El Gobierno de Perú pidió cadena perpetua para el confeso feminicida, al considerar la “crueldad y alevosía” de los actos cometidos, como razón suficiente para pedirla.