Un ‘genio’ de 9 años: lo regañaban por dibujar y ahora le pagan por hacer murales
¿Aburrido en clase? Joe tiene 9 años y lo convirtió en un emprendimiento.
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Esta es una muestra más de que el talento de los niños no debe restringirse sino estimularse. Joe Whale, con apenas 9 años, ya se ganaba el regaño de sus profesores por estar dibujando ‘mamarrachos’ en sus cuadernos mientras los profesores de su colegio dictaban clase.
La queja de los maestros tenía que ver con que el pequeño no prestaba demasiada atención a las lecciones y, en medio del tedio, decidía ponerse a pintar cosas que no tenían nada que ver con sus materias.
Entre lo que dibujaba Joe, estaban personajes fantásticos que nacían de su imaginación, construcciones imposibles y criaturas con tantos ojos y extremidades como le fuera posible. Lejos de acatar los regaños, el pequeño se empeñó en llenar sus cuadernos con más y más dibujos.
“Él se estaba frustrando cuando estaba en el colegio por la poca cantidad de arte que podía hacer. Solía usar el tablero acrílico para hacer garabatos y se metía en problemas por eso también”
Greg, padre de Joe
Sus padres, muy astutos, lo inscribieron en clases de arte y fue allí donde su talento encontró un hogar. Sus maestros en la academia de dibujo encontraron un estilo único y particular en los trazos de Joe, y con vía libre para crear el resultado de sus primeras obras era sobresaliente.
La historia de Joe se regó por toda la ciudad de Shrewsbury, el lugar donde vive, y Number 4, un restaurante local reconocido, lo contactó para que creara una obra original en los murales del establecimiento. La responsabilidad no era menor, debía diseñar la atmósfera del lugar solo a través de su imaginación.
Armado de un marcador tipo ‘Sharpie’ y de las ideas vibrantes de su cabeza, el pequeño Joe se dedicaba varias horas después de la escuela a cumplir su contrato.
La historia del chico se hizo tan popular que el diario británico Metro entrevistó a su padre. En la conversación, el hombre reconoce, un poco en broma, que se siente frustrado porque Joe hace todo mucho mejor que él.
El chico sigue terminando el mural del restaurante y ya tiene más encargos. Incluso ya está pensando en publicar su primer libro de ilustraciones. De hecho, su padre ya le administra una cuenta de Instagram y puede decir que su hijo de 9 años ya tiene un emprendimiento. Una prueba sólida de que el éxito puede llegar a cualquier edad.