Se escapó del geriátrico y tomó un tren para regresar a su lugar favorito de su infancia: el mar

Bice es una mujer que a sus 81 años se escapó en secreto de un geriátrico en Faenza, en Italia, que la acoge en sus años de vejez.

En soledad, la mujer anciana tomó un tren para regresar al lugar donde pasaba sus vacaciones de niña junto a sus padres: el mar Adriático. Al llegar a Rimini, Bice tomó otro tren que la llevó a un pequeño municipio llamado Bellaria Igea Marítima: allí también estaba el mismo hotel donde recordaba haberse hospedado muchos veranos en su infancia.

Cuando llegó a su destino, buscó el hotel de sus recuerdos, pero lo encontró. Los dueños de la estructura, al reconocerla, la saludaron y le recomendaron otro hotel de confianza, ya que el lugar de alojamiento donde pretendía quedarse estaba ya en desuso.

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“Cansada del geriátrico”

Sin importarle tanto el hospedaje, para Bice, la playa y el mar eran sus destinos más codiciados, por lo que decidió pedir ayuda en una iglesia, donde el párroco la recibió, habló con ella y luego llamó a la policía.

La mujer explicó a los uniformados que estaba harta de la vida dentro del geriátrico: “sobre todo por la calidad de la comida”, según dijo ella misma. Luego, fue visitada por un grupo de médicos, para comprobar que no había sido maltratada en la casa de reposo de la que había huido.

Bice convenció a sus cercanos de que su fuga fue impulsada únicamente por la nostalgia, y así, la anciana fue devuelta al punto de partida. Y ahora el mar, la playa, Rímini y las imágenes de su juventud, sólo podrá volver a verlas en sus sueños.

Una aventura, según ella “guiada por el corazón que le dio fuerzas”, a pesar de su avanzada edad y sus piernas inestables ayudadas por su bastón, para emprender un viaje e ir en busca de los lugares de su infancia.