Esto se sabe de la muerte del hombre que saltó desde la estratosfera: ¿qué pasó?
Un accidente marcó el fin de la trayectoria de un ídolo. Esta es la impactante historia de este suceso inesperado.
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Felix Baumgartner, el icónico paracaidista austriaco conocido por su histórico salto desde la estratosfera, falleció el 17 de julio de 2025 a los 56 años en un trágico accidente de parapente en Porto Sant’Elpidio, Italia. La causa del accidente fue una repentina indisposición que le hizo perder el control de su parapente motorizado, lo que provocó que se estrellara contra la piscina de un complejo hotelero, hiriendo levemente a una joven empleada del lugar.
Baumgartner, cuya hazaña más emblemática fue su salto récord el 14 de octubre de 2012 desde una cápsula a 38.969 metros de altura, logró romper la barrera del sonido durante su caída libre, alcanzando una velocidad máxima de 1.357,6 km/h. Este salto dejó una marca imborrable en la historia del paracaidismo y la exploración humana.
Red Bull, principal patrocinador de Baumgartner, rindió homenaje al deportista reconociéndolo como alguien:
“claro, exigente, crítico, principalmente contigo mismo” y destacó su valentía y búsqueda constante de los desafíos más grandes dentro del deporte extremo.
El accidente que segó su vida ocurrió alrededor de las 16:00 horas, cuando se encontraba de vacaciones y volando un parapente motorizado sobre la costa adriática. Testigos describen que Baumgartner perdió el control luego de un malestar, y aunque fue trasladado el personal de emergencia, él ya había fallecido antes del impacto, causando conmoción en la comunidad mundial del deporte extremo.
El jueves su cuerpo fue hallado en Italia, en la región de las Marcas en el norte, afirmó a AFP un funcionario de los bomberos locales. Según el diario italiano Il Corriere della Sera, Baumgartner perdió el control de su parapente lo que provocó que se desplomara y cayera en la piscina de una casa de vacaciones en Porto Sant’Elpidio, hiriendo levemente a una joven.
En sus últimos años, el deportista dividió opiniones por sus posturas políticas y críticas públicas hacia el movimiento ecologista y derechos LGBTQ+, pero su pasión por el vuelo y la precisión en sus preparaciones siempre fueron evidentes.
“Odio cuando alguien me llama buscador de emociones o adicto a la adrenalina porque no lo soy. Me gusta toda la planificación”, afirmó antes de su salto en 2012. “Cuando estás allí, en la cima del mundo, te vuelves humilde. Lo único que quieres es regresar vivo”.
Originario de Salzburgo, Austria, Baumgartner empezó su carrera como mecánico antes de consolidarse como una figura líder en deportes extremos, especialmente en paracaidismo y salto BASE. Entre sus otros logros destacan récords de salto desde el Cristo Redentor en Río de Janeiro y cruces en caída libre del Canal de la Mancha especializados en vuelos de alas articuladas.
El hombre, que de niño soñaba con ser paracaidista y piloto de helicóptero, murió en el lugar que más le gustaba.
“Siempre tuve el deseo de estar en el aire”, había dicho Baumgartner a medios de su país. “Escalaba árboles, quería ver el mundo desde arriba”.
Felix Baumgartner deja un legado imborrable como pionero que llevó los límites humanos a alturas inimaginables, inspirado por su lema “nacido para volar” y un incansable deseo de estar en el aire desde pequeño.
Con información de AFP