La tensión entre Israel e Irán, que ha mantenido al mundo en vilo por los intensos enfrentamientos que han sucedido, ha dado un giro inesperado tras la intervención directa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En una jornada marcada por anuncios, advertencias y acusaciones cruzadas, ambos países han aceptado un cese de hostilidades que, aunque frágil, representa un respiro en el conflicto más peligroso de Oriente Medio en años.
Donald Trump anunció este lunes que Israel e Irán han llegado a un acuerdo para detener la guerra. Según el mandatario estadounidense, se había acordado qué, el alto al fuego se implementaría de forma gradual en las siguientes 24 horas, iniciando con Irán y seguido por Israel, para dar paso a una tregua absoluta de 12 horas. Trump afirmó en su red Truth Social:
“Israel e Irán han acordado de manera total que habrá un alto al fuego absoluto (en aproximadamente 6 horas, cuando ambas naciones hayan finalizado sus misiones actuales), que durará 12 horas, tras las cuales se considerará la guerra terminada”.
Foto: @realDonaldTrump
Sin embargo, ni Teherán ni Jerusalén confirmaron oficialmente el acuerdo en ese primer momento, y las primeras horas de la tregua estuvieron marcadas por nuevas acciones militares y declaraciones contradictorias.
Apenas horas después del anuncio, ambos bandos se acusaron mutuamente de romper la tregua. Israel denunció que Irán lanzó dos misiles tras la entrada en vigor del alto al fuego, mientras que las autoridades iraníes negaron cualquier ataque y, a su vez, acusaron a Israel de bombardear un radar cerca de Teherán. La cadena estatal iraní Press TV reportó explosiones en el norte de la capital persa y la activación de defensas aéreas en varias ciudades del norte de Irán.
El gobierno israelí, encabezado por Benjamín Netanyahu, aseguró en un comunicado que aceptaba la propuesta de alto al fuego de Trump, pero advirtió que respondería con firmeza a cualquier violación del acuerdo. De hecho, Israel reconoció haber destruido el radar iraní como represalia por las supuestas agresiones de Teherán.
En medio de la escalada, Trump mostró una inusual frustración pública hacia Israel. Tras enterarse de nuevos bombardeos israelíes, el presidente estadounidense lanzó un mensaje directo: “Israel. No lancen esas bombas. Si lo hacen, es una violación grave. traigan a sus pilotos a casa, ¡ahora!”.
Trump instó a Netanyahu a detener cualquier ataque adicional y a mantener la calma, enfatizando que el alto al fuego debía respetarse. Según fuentes cercanas al gobierno israelí, Trump pidió a Netanyahu cancelar los ataques planeados, pero el primer ministro respondió que debía reaccionar de alguna forma a las violaciones iraníes. Finalmente, ambos líderes acordaron reducir la magnitud de la respuesta militar israelí.
La mañana de este martes, tras una conversación clave entre Trump y Netanyahu, Israel anunció oficialmente que se abstendrá de realizar nuevos ataques contra Irán. “Tras la conversación del presidente Trump con el primer ministro Netanyahu, Israel se abstuvo de realizar nuevos ataques”, indicó la Oficina de Netanyahu en un comunicado. Trump, por su parte, reiteró que el alto al fuego está en vigor y pidió a ambas partes no violar el acuerdo: “Nadie resultará herido, ¡el alto el fuego está en vigor!”
No obstante, el ambiente sigue siendo tenso. Israel sigue acusando a Irán de romper la tregua en al menos dos ocasiones, mientras que Irán niega cualquier agresión y denuncia incursiones israelíes en su territorio. Por ahora, la guerra de los doce días parece haber llegado a su fin, pero la paz sigue siendo frágil y cualquier incidente podría reavivar el conflicto
La guerra entre Israel e Irán dio comienzo el 13 de junio, tras una serie de ataques israelíes contra instalaciones nucleares iraníes. La tensión escaló cuando Estados Unidos intervino directamente con bombardeos a objetivos clave en Irán. En respuesta, Irán lanzó misiles contra bases estadounidenses y territorio israelí, intensificando el conflicto.
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