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Cinco claves para entender la crisis política en Bolivia

Cinco claves para entender la crisis política en Bolivia

El expresidente boliviano, Evo Morales, dijo este martes al llegar a México en calidad de asilado que “seguirá la lucha”.

Los siguientes son cinco sucesos claves que condujeron a la acefalía en el gobierno de Bolivia:

1) No en referendo de 2016:

Cuando llevaba 10 años en el poder, Morales convocó a un referendo para modificar la Constitución, de modo de quedar habilitado para postular indefinidamente a la reelección.

El referendo se llevó a cabo el 21 de febrero de 2016, pero el 51% dijo No a la propuesta del entonces mandatario, que fue apoyada por el 49%.

Días antes del referendo estalló en Bolivia un escándalo sobre una relación sentimental de Morales con una mujer, a la que supuestamente ayudó a conseguir un buen empleo en una empresa china en Bolivia.

La oposición intentó responsabilizar al presidente de tráfico de influencias, pero una investigación parlamentaria lo desestimó (el oficialismo dominaba ambas cámaras del Congreso).

2) Polémico fallo:

En octubre de 2017, en un polémico fallo, la corte constitucional (afín al presidente) dictaminó que Morales podía postular indefinidamente a la reelección, a pesar del No en el referendo de 2016.

En virtud de este fallo, Morales presentó su candidatura para un cuarto mandato consecutivo en las elecciones del pasado 20 de octubre. La oposición afirmó, desde el comienzo, que su postulación era “ilegítima”.

3) Irregularidades en escrutinio:

El escrutinio de las elecciones del 20 de octubre, que le dio la reelección a Morales y estuvo a cargo de un Tribunal Supremo Electoral afín, estuvo plagado de “irregularidades”, según la misión de auditoría de la OEA, emitido el domingo.

La oposición había denunciado “fraude” desde el día siguiente de los comicios, cuando hubo un cambio “drástico” y “inexplicable” en la tendencia del conteo, tras una parálisis de 20 horas del sistema de cómputo rápido.

El cómputo final le dio a Morales la reelección en primera vuelta con el 47,08% de los votos, al tener más de 10 puntos por delante del opositor Carlos Mesa (36,51%).

“Las manipulaciones al sistema informático son de tal magnitud que deben ser profundamente investigadas por parte del Estado boliviano para llegar al fondo y deslindar las responsabilidades de este caso grave”, dice el informe de la OEA.

4) Indignación popular:

Una ola de indignación popular estalló al día siguiente de los comicios, cuando miles de bolivianos sintieron que Morales se burlaba por segunda vez de la voluntad popular expresada en las urnas.

Entre los indignados hay aymaras, como Morales, y estudiantes y profesionales de izquierda.

Los opositores exigieron anular las elecciones, la renuncia de Morales y la convocatoria a nuevos comicios.

Los partidos políticos fueron sobrepasados por la acción de los comités cívicos, entre ellos el de Santa Cruz (este), que convocó a un paro general en esa rica región.

El jefe de este Comité, Luis Fernando Camacho, se convirtió en el rostro más visible de la oposición, al darle el 2 de noviembre 48 horas de plazo para que renunciara y pidió la intervención de los militares en la crisis.

Dos días después, Camacho anunció que le llevaría una carta de renuncia al presidente para que la firmara, junto con una Biblia.

5) Rebelión uniformada

El domingo, tras el lapidario informe de la OEA, Morales convocó a nuevas elecciones, pero ya era tarde, pues pocas horas después los jefes de las Fuerzas Armadas y la Policía le pidieron que renunciara.

Dos días antes habían estallado motines policiales y el ejército se negó a reprimir a los opositores en las calles.

Luego que lo abandonaran los uniformados, Morales anunció su dimisión por televisión.

Para él, sus seguidores y varios países aliados se trató de un “golpe de estado”.

Morales se refugió en su región cocalera de Cochabamba (sur), donde fue recogido por un avión militar mexicano que lo llevó este martes a ese país, que le concedió asilo.

En su exilio seguramente seguirá sintiéndose inspirado por Túpac Katari, un líder aymara rebelde que, antes de ser ejecutado por las autoridades coloniales españolas en 1781, dijo: “mañana volveré y seré millones”.

AFP

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