El Espectador, la casa periodística de Gabriel García Márquez

El Espectador, la casa periodística que acogió al joven Gabriel García Márquez hace 59 años, trabajó febrilmente para dedicarle su próxima edición a su reportero de entonces.

El 18 de abril de 1955, Gabriel García Márquez tenía 27 años y llegó a Bogotá para firmar el contrato que lo convirtió el reportero del periódico El Espectador. Su sueldo era de 800 pesos mensuales.

Según Jorge Cardona, editor general de ese diario afirma que “mañana se cumplen 59 años de la firma de ese contrato”.
El ‘Relato de un Náufrago’ fue una serie de sus reportajes que después se convirtió en una de sus obras famosas. “La obra periodística de Gabriel García Márquez es tan importante como la obra literaria”, afirma Cardona.

Eduardo Zalamea Borda y Guillermo Cano descubrieron las cualidades literarias del García Márquez en 1947 cuando le publicaron su primera producción literaria… La Tercera Resignación.

Jorge Cardona dice que Relato de un Náufrago “fue su primer texto literario impreso en toda su carrera como literario”.

Con cientos de artículos, columnas, crónicas, reportajes y entrevistas, El Espectador se convirtió en el periódico que más impulsó la prosa de García Márquez. Un año antes del lanzamiento de “Cien años de Soledad”, El Espectador publicó en exclusiva el primer capítulo de la novela que convirtió a Gabo en una eminencia de la literatura.

El periodista Nelson Fredy Padilla, editor dominical, recordó la época cuando trabajó con él en la revista Cambio, medio que el Nobel compró en el año 1998 para dedicar parte de su última etapa a impulsar el periodismo libre.

Nelson Fredy Padilla dice que “la imagen que me llega es la de mi abuelo, el abuelo que lo sienta a uno en las piernas, le cuenta historias, jamás le alza la voz, todo lo hace con dulzura y está para uno en cualquier momento”.

Los reporteros de El Espectador recordaron que la obsesión por la exactitud de los datos, era la principal característica de Gabriel García Márquez como periodista. Hoy el equipo del diario que fue su casa sacó los archivos para lucirlos en la sala de redacción y preparar una edición extra para rendir homenaje al Nobel de la Literatura.