El Almirante fue fabricado para 260 pasajeros y Ministerio de Transporte lo autorizó para 280
El Ministerio de Transporte está investigando a la dueña del artefacto flotante que naufragó en Guatapé la semana pasada, pero hasta ahora no se investiga a quien acreditó su fabricación y operación por inconsistencias que son visibles.
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La naufragada embarcación El Almirante tal y como lo demuestra un certificado de inspección del Ministerio de Transporte, no era ni una canoa, ni un botemotor, fue clasificado como un artefacto fluvial, en vista de que ni sus características, ni su construcción, corresponden a embarcación conocida alguna.
El Almirante fue terminado de construir el 25 de octubre de 2012 y fue hecho por encargo en Marín Fibras, fábrica que queda en el mismo embalse.
En su momento El Almirante costó 120 millones de pesos y fue contratada por John Eduard Villegas, un empresario del turismo en la zona.
Marín Fibras dio garantía de un año por El Almirante. En el certificado el constructor asegura que su creación tiene capacidad para 260 pasajeros, sin embargo en el certificado de inspección del Ministerio de Transporte vigente, se le da autorización para 280 pasajeros, 20 pasajeros más, lo que en peso puede ser cercano a una tonelada.
Según el inspector del Ministerio, Francisco Osorio, el estado de la embarcación era bueno y aunque El Almirante tenía una supuesta capacidad para 280 pasajeros, solo contaba en el momento de la supervisión con equipo de salvamento para 116 pasajeros, consistente en 15 chalecos y 101 aros salvavidas, de los cuales ninguno se vio durante el naufragio.