Ecopetrol contrató construcción de Reficar con la firma que peor calificaron sus evaluadores en 2004

El 3 de septiembre de 2004, el entonces vicepresidente de refinación de Ecopetrol, Felipe Castilla Canales, recibió el estudio para seleccionar al contratista encargado de la ampliación de la Refinería de Cartagena, Reficar, que costaría, inicialmente, 3700 millones de dólares, según la Contraloría General de la República que investiga el detrimento de los recursos de la Nación.

Cinco años después, tras el fracaso de la suiza Glencore, el contrato fue entregado a ‘Chicago, Bridge and Iron’ para la ampliación de la refinería que tenía el objetivo de duplicar la capacidad de refinación y producir 165 mil barriles diarios de combustibles. Paradójicamente, CBI obtuvo la peor calificación en el informe de 13 páginas que había recibido, en 2004, el ingeniero Castilla Canales.

Mientras que el estudio recomendaba elegir a las compañías con calificación de 70 puntos, CBI obtuvo 20, ocupando el último puesto entre las 9 propuestas que recibió Ecopetrol.

El ingeniero Felipe Castilla Canales renunció a Ecopetrol en 2008, luego de formar parte del consejo que eligió a CBI, e inmediatamente fue contratado como directivo de Reficar, fenómeno que la Unión Sindical Obrera dice que se debe investigar.

Las evidencias del presunto impedimento del ingeniero Felipe Castilla y su decisión respecto al informe que recomendaba otras empresas distintas a CBI, fueron entregadas por la USO al contralor Edgardo Maya Villazón.

Según la Contraloría General de la República, el detrimento que generó Reficar supera los 6080 millones de dólares, razón por la cual fueron llamados, además del ingeniero Castilla, otros 30 funcionarios, entre ministros y directivos de Ecopetrol y Reficar, a juicio de responsabilidad fiscal.