Directores ejecutivos de la rama Judicial elegidos por simpatía

Uno de los quince preseleccionados para ocupar el cargo de director ejecutivo de la rama judicial, es decir, el responsable de administrar 3.5 billones de pesos anuales, busca con una tutela que se vuelva a componer la terna para ese cargo en la que él no está.

Ernesto Benavides aparece en el grupo de los tres primeros calificados por hoja de vida y experiencia con 80 puntos, pero no entiende por qué quedó por fuera de la terna.

De los tres que tuvieron la mejor hoja de vida y experiencia, dos fueron excluidos de la terna. En cambio, Marcela Yepes que obtuvo el penúltimo peor puesto con 51 puntos quedó porque según sus entrevistadores superó a todos los demás evaluados.

“Todo aquello que se da puntos, al final, se debe contabilizar. En este caso, solamente para la conformación de la terna se tuvo en cuenta la entrevista”, dijo Ernesto Benavides, aspirante a director ejecutivo de la administración judicial.

Pero la judicatura dejó explícito en un documento oficial que con la entrevista se conformaría la terna, de acuerdo con criterios como la fluidez verbal, la capacidad de emitir mensajes concretos y la administración del tiempo.

Los puntos previstos en el artículo noveno del documento oficial que no se acumularon a los de la entrevista son justamente los concedidos por la formación académica y la experiencia, criterios con los que el tutelante Ernesto Benavides superó por más de 20 puntos a dos de las ternadas.

“No se tuvieron en cuenta los dos puntales: el puntaje de hoja de vida y experiencia”, agregó Benavides.

La terna fue escogida por la comisión interinstitucional que está conformada por los presidentes de las cuatro altas cortes, el representante de los funcionarios y empleados de la rama judicial y el fiscal general, que para este caso fue representado por la vicefiscal María Paulina Riveros, una de las incluidas en la terna, Marcela Yepes, es su subalterna.