Casas de la noche a la mañana

Un centenar de jóvenes dedica su tiempo a romper los records de velocidad en construcción de casas y a ese ritmo llevar la felicidad a los hogares de los destechados.

Hacer casas y entregarlas en un solo día pareciera ser una tarea difícil. Pero un grupo de voluntarios de la Fundación Catalina Muñoz, lo logra en ocho horas y hace casas para los menos favorecidos.

Paola Franco, Directora de la Fundación Catalina Muñoz dice uqe la intención es que “se deje una huella sostenible y que no solo sea el hecho de ir un solo día y levantar una casa sino de construir un tejido social también con las comunidades”.

Recorren zonas urbanas y rurales del país ensamblando viviendas prefabricadas porque de la noche a la mañana pueden cambiar el destino de una familia.

Para Paola, “el momento más bonito del día es el momento en que entregamos las llaves de la casa al dueño del hogar”.

Saber que la esperanza siempre existe y que los sueños se hacen realidad es la motivación para seguir llevando alegría a las personas y en estos años de trabajo han dado más de 1.570 casas y el mejor pago son las sonrisas y los abrazos de la gente que recibe quizás por primera vez un lugar propio.