Álvaro Uribe niega que su gobierno pagara por ‘falsos positivos’ y critica a Gustavo Petro

El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, reaccionó este martes a las declaraciones del actual mandatario, Gustavo Petro, quien pidió perdón en nombre del Estado por los casos de ‘falsos positivos’ de Soacha y Bogotá. Uribe afirmó que durante su gobierno (2002-2010) no hubo ningún pago por matar a personas inocentes y que siempre se exigió el respeto a los derechos humanos.

Los ‘falsos positivos’ son las ejecuciones extrajudiciales de civiles que fueron presentados como guerrilleros muertos en combate por miembros del Ejército Nacional, con el fin de obtener beneficios o reconocimientos. Según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), se registraron al menos 6.402 casos entre 2002 y 2008, siendo el periodo más crítico de este fenómeno.

En un acto público realizado en la plaza de Bolívar, el presidente Petro, junto con el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el comandante del Ejército Nacional, mayor general Luis Mauricio Ospina Gutiérrez, ofrecieron disculpas a las familias de las víctimas de Bogotá y Soacha, reconociendo la responsabilidad del Estado en estos hechos.

“No eran guerrilleros. No asumieron ninguna confrontación con las Fuerzas Militares. Eran hombres cuyas vidas y sueños se truncaron por la acción criminal de integrantes del Ejército Nacional”, dijo el ministro Velásquez.

El presidente Petro calificó lo ocurrido como “un episodio dantesco” de la historia colombiana y lo comparó con un genocidio. Además, dijo que el Estado oculta la verdad y que se debe conocer lo que pasó en el conflicto armado interno.

“Como presidente de la República de Colombia y de este, que es un gobierno popular y en el que espero que cambie la mentalidad (…) yo me permito pedirles perdón. Ustedes son las madres de toda Colombia, ustedes son la madre patria. La sangre de sus hijos, ojalá, riegue el surco de la Colombia que seremos mañana”, expresó Petro.

Por su parte, Uribe, quien habló desde una tarima en el barrio La Esperanza de Villavicencio (Meta), negó las acusaciones de Petro y defendió su política de seguridad democrática, que endureció la lucha contra las guerrillas y el narcotráfico.

“El presidente Gustavo Petro dice que nuestro gobierno pagaba por matar a personas inocentes. No es cierto. No hay un solo pago por matar personas inocentes, nuestra política siempre prefirió la desmovilización y en efecto hubo 53.000 desmovilizados”, señaló Uribe.

Asimismo, el ex jefe de Estado dijo que cerca de 2.000 militares fueron encarcelados y desvinculados durante su gobierno por denuncias de ‘falsos positivos’. También recordó que él mismo ordenó la destitución de 27 oficiales del Ejército cuando se enteró de estos casos.

“Una noche me visitó el ministro de Defensa con un grupo de altos funcionarios y me presentaron 27 casos de personas que podrían estar inmersas en falsos positivos. Sin que me lo pidieran, tomé la decisión de desvincularlos de las fuerzas”, agregó.

El expresidente también cuestionó el papel de la JEP, el sistema de justicia transicional creado tras los acuerdos de paz entre el gobierno anterior y las FARC-EP en 2016. Según Uribe, la JEP está politizada y favorece a los exguerrilleros.

“La JEP es una justicia de impunidad para los terroristas y de persecución para las fuerzas armadas. La JEP es una justicia que no tiene en cuenta las circunstancias de la guerra, que no tiene en cuenta las presiones de los terroristas, que no tiene en cuenta la defensa de la democracia”, afirmó.

El caso de los ‘falsos positivos’ es uno de los más graves y sensibles del conflicto armado colombiano, que ha dejado más de ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados. Las familias de las víctimas exigen verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.